Entorno

El retorno de la inversión en ‘biofarma’ en I+D crece por primera vez desde 2014

La rentabilidad prevista de la inversión se situó en 2,5% en 2020, casi un 1% más respecto al año anterior. El pico de ventas anuales previsto por activo frenó también el declive sostenido desde 2013, creciendo hasta los 465 millones de dólares.

PlantaDoce

10 nov 2021 - 11:38

El retorno de la inversión en ‘biofarma’ en I+D crece por primera vez desde 2014

 

El sector biofarmacéutico cerró 2020 como uno de los años más exigentes y complejos con una nota esperanzadora. La rentabilidad de la inversión en investigación y desarrollo (I+D) de la industria biofarmacéutica creció por primera vez desde 2014, aumentado del 1,6% de 2019 hasta el 2,5% en 2020. Así lo indican los datos del estudio Seeds of change. Measuring the return from pharmaceutical innovation 2020, realizado por Deloitte.

 

La undécima edición del informe revela que el retorno sobre la inversión vivió una ligera subida del 0,9% en 2020 respecto al año anterior. Si bien este indicador suma un descenso histórico acumulado del 7,6% desde 2010, cuando la rentabilidad se situaba en el 10,1%, este crecimiento de casi un 1% marca un repunte hacia a la recuperación.

 

Iñaki Moreno, socio responsable de la industria Life Sciences and Healthcare de Deloitte asegura que “las compañías farmacéuticas deben abordar los retos transformacionales del sector para dar respuesta a la creciente complejidad del desarrollo de fármacos con tiempos cada vez más largos sobre todo en el caso de los medicamentos biológicos”. El experto añade que “a la mayor competencia en la inscripción de participantes para ensayos clínicos y al aumento de la tasa de fallos ya en fase III, se unen las exigencias regulatorias relacionadas con la seguridad, la eficacia e incluso la recopilación y tratamiento de datos durante la fase clínica”.

 

 

 

 

 

 

El informe apunta que las ventas por activo también han frenado su caída sostenida y han aumentado por primera vez desde 2013, pasando de los 357 millones de dólares en 2019 a 465 millones de dólares del 2020. Esto supone un incremento del 17,9% y superar de nuevo la barrera de los 400 millones de dólares. En el cómputo general del estudio, este dato se traduce en un descenso acumulado de 351 millones respecto 2010, cerca del 50%, cuando las compañías se anotaban de media una previsión de pico de ventas por valor de 816 millones de dólares.

 

Por otro lado, el coste medio de desarrollar y comercializar un nuevo medicamento ha seguido elevándose y ha repuntado un leve 2% desde 2019, alcanzando 2.442 millones de dólares en 2020. No obstante, el histórico del informe refleja un encarecimiento del 105% desde la elaboración del primer estudio elaborado en 2010, cuando las compañías situaban estos costes alrededor de los 1.188 millones de dólares.

 

En este sentido, Moreno explica que “las dos razones de este encarecimiento son el incremento continuo del tiempo medio de desarrollo de un fármaco –situado actualmente en 7,14 años, el máximo histórico registrado en esta serie de diez informes–, y el coste de los desarrollos fallidos, sobre todo cuando se encuentran en sus últimas etapas.