Entorno

Riesgo vs rentabilidad: el capital privado entra en el sector ‘biotech’ con una euforia moderada

La creación de fondos de inversión en España para financiar nuevos proyectos en salud se ha disparado estos últimos meses, aunque la prudencia todavía impera en la industria.

Albert Cadanet

8 abr 2019 - 04:58

Riesgo vs rentabilidad: el capital privado entra en el sector ‘biotech’ con una euforia moderada

 

Invertir en el sector biotech está de moda. El enorme potencial que atesoran las start ups tecnológicas centradas en la investigación de nuevos fármacos ha atraído al capital privado, que ve en ellas un activo con una alta rentabilidad. Con todo, la norma del high risk high reward (las inversiones con grandes retornos implican mayores riesgos) también aplica a este mercado.

 

La proliferación de nuevos fondos de capital riesgo es más que comprensible. Pere Ibern, miembro del Centro de Rercerca en Economia de la Salut de la Universitat Pompeu Fabra, señala que “existen un conjunto de nuevas investigaciones muy prometedoras en el campo de la biotecnología”. Estas hacen referencia a la inmunooncología y a la tecnología Crispr (una herramienta de edición del genoma que permite introducir cambios en el propio genoma), tal y como señala este profesor.

 

Los expertos entienden la euforia que despierta la investigación, aunque prefieren ser prudentes. “Las moléculas que se están desarrollando se encuentran en una fase muy inicial de desarrollo”, apunta Ibern. “Los vehículos inversores se han focalizado en estas oportunidades, pero se tratan de unas operaciones de alto riesgo”, añade.

 

 

Existen dos comportamientos que evidencian este creciente interés. Por un parte, las fusiones y adquisiciones protagonizadas por empresas farmacéuticas han batido todos los récords. En 2018, el valor de los acuerdos a los que han llegado las grandes compañías de la industria superó los 200.000 millones de euros en todo el mundo, según el Instituto de Fusiones y Adquisiciones y Alianzas (Imma, por sus siglas en inglés). En los últimos diez años, el número de compras entre empresas ha aumentado un 44%, tal y como apunta esta institución.

 

Por otra parte, la inyección de capital en start ups biotecnológicas no ha hecho más que aumentar. Según el informe Beyond borders: biotechnology report, elaborado por la consultora EY, este tipo de compañías recaudaron más de 3.100 millones de euros en Europa y Estados Unidos tanto en 2015 como en 2016. Durante años anteriores, esta cifra nunca llegó a superar los 1.700 millones de euros.

 

España no ha sido una excepción. En 2017, el capital desembolsado por parte de fondos especializados en biotech fue de 30,4 millones de euros, un 28,8% más respecto al ejercicio anterior. Asimismo, el capital comprometido de estos fondos en 2017 rebasó los 46 millones de euros, una cantidad que casi dobla los números de 2016. Así lo demuestran los últimos datos de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio).

 

 

A falta de datos oficiales, todo apunta a que 2018 va a ser un año de récords. En mayo, Asabys Partners anunció la creación de un nuevo fondo que tiene previsto levantar 70 millones de euros. En el momento en el que obtuvo la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv), el vehículo inversor aseguró que tenía comprometidos 30 millones de euros.

 

Recientemente, otros grupos de capital privado como Inverady, Columbus Venture Partners o Invivo se han sumado al carro de las inversiones. Damià Tormo, fundador de Columbus Venture Partners, apunta que “no todos los fondos consiguen sus objetivos”, aunque destaca que el interés por las nuevas tecnologías de la salud suscitan cada vez más interés. “Nuestro fondo, valorado en 70 millones de euros, se cerró en cuestión de meses, y eso que doblábamos la cantidad del primero que lanzamos”, comenta el inversor.

 

Desde Columbus se muestran satisfechos de la buena acogida que ha tenido su propuesta, aunque también son conscientes del entorno en el que se mueven. “La mitad de nuestro capital va destinado a empresas industriales con un perfil de riesgo mucho menor y con una facturación mucho más estable”, comenta Tormo.

La inversión es fundamental en salud, tal y como reconocen distintas voces del sector. Aun así, la cultura empresarial recomienda evitar poner todos los huevos en la misma cesta. Uno de los casos más sonados se produjo este mismo marzo, cuando Biogen puso fin a dos ensayos de medicamentos contra el Alzhéimer por eficacia “poco probable”. Tras la noticia, el valor de la empresa en el Nasdaq quedó recortado un 30%, un porcentaje equivalente a 18.000 millones de dólares (más de 16.000 millones de euros).