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Salud virtual, interoperabilidad y redefinir servicios: los retos del sector sanitario en 2021

Mejorar las capacidades de telemedicina, la apuesta por la interoperabilidad de datos y ampliar el concepto de salud son las claves que deben considerar las compañías de servicios médicos.

D. Punzano

12 mar 2021 - 04:56

Salud virtual, interoperabilidad y redefinir servicios: los retos del sector sanitario en 2021

 

Invertir en salud virtual, apuesta por la interoperabilidad y redefinir servicios, los retos del sector sanitario en 2021. El Covid-19 ha cambiado todos los paradigmas, también el del sector de la salud, y las organizaciones sanitarias deben adaptarse con el objetivo de personalizar la experiencia de la salud, según el informe 2021 global healthcare outlook elaborado por Deloitte.

 

El coronavirus ha impulsado las características del consumidor de salud del futuro, que llegará más rápido de lo previsto. Para hacer frente a los nuevos retos, el informe remarca entre algunas de las claves la mejora de la telemedicina, la apuesta por la interoperabilidad de datos y ampliar el concepto de salud.

 

La mejora de las capacidades de la telemedicina y el diseño de un proceso mediante el cual los usuarios puedan tener una comunicación más fluida con sus propios médicos es uno de los principales factores a tener en cuenta por las compañías sanitarias. El informe señala que los usuarios están interesados en las consultas telemáticas, pero no están completamente satisfechos con su interacción con el médico.

 

 

 

 

 

El desafío de la interoperabilidad de datos surge como otro gran reto impulsado por la pandemia. Las empresas deben apostar por el intercambio de datos basados en estándares universales. El objetivo de esta medida, apoyados por algoritmos y la inteligencia artificial, es predecir la aparición temprana de trastornos del comportamiento y recomendar intervenciones para mejorar la salud del paciente.

 

El informe considera que la situación actual es un catalizador para redefinir los servicios de salud. Hace tiempo que la suposición de atención sanitaria ha dejado de ser “atención por enfermedad” sobre el cuerpo físico y expandirlo a mente, espíritu y cuerpo. Los proveedores deben centrarse en rediseñar y ampliar sus servicios, además de los canales por donde los prestan.

 

Este reto se complementa con los nuevos servicios y modelos financieros. El mercado debe fijarse en las necesidades de los usuarios, que requieren una mayor conectividad y personalización. Las empresas deben estar dispuestas a invertir en estructuras, tecnologías y nuevos procesos y considerar modelos financieros emergentes como la atención basada en valores.

 

 

 

 

 

La tecnología aplicada en diversos ámbitos también gana protagonismo. Desde las mejoras de infraestructuras de las tecnologías de información, como las nubes para almacenar datos, hasta la combinación de la disrupción tecnológica con el ecosistema actual para empoderar a las personas a gestionar de forma proactiva su salud y bienestar.

 

Además, también será más importante una mayor colaboración entre organizaciones y las administraciones, junto a una mayor apuesta por la ciencia de datos y los análisis predictivos. Estas medidas pueden ayudar fortalecer el ecosistema sanitario y expandir redes y colaboraciones, además de ayudar a intervenir antes y evitar patologías crónicas.