Entorno

El negocio de la congelación de óvulos se dispara en España

La demanda de este tratamiento se ha multiplicado por 28 desde 2010. En 2022, los 330 centros españoles de reproducción asistida realizaron tratamientos valorados en 730 millones de euros. Según los expertos, esta cifra crecerá.

El negocio de la congelación de óvulos se dispara en España
El negocio de la congelación de óvulos se dispara en España
El aumento del número de tratamientos se ha traducido en un fuerte crecimiento de la facturación del sector español de la reproducción asistida.

Marc Amat

14 feb 2024 - 05:00

España está viviendo un boom de la criocongelación. En 2010, la cifra de congelación de óvulos en el país era mínima: sólo 281 mujeres se sometieron a este tratamiento. Sin embargo, desde entonces, el número se ha multiplicado casi por 28. Según los últimos datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), 7.712 mujeres crioconservaron su fertilidad en 2021 en alguno de los más de 330 centros de reproducción asistida que operan en España.

 

De todas ellas, un 64,2% lo hicieron por motivos no vinculados a ninguna patología médica. Se trata de mujeres que, de media, pagaron entre 2.000 euros y 4.000 euros para intentar alargar su fertilidad, aunque en algunos casos el precio de los tratamientos puede superar los 7.000 euros. Además, la conservación del óvulo suele estar sujeto a una aportación anual de mantenimiento de unos 300 euros.

 

 

El aumento del número de tratamientos se ha traducido en un fuerte crecimiento de la facturación del sector español de la reproducción asistida. En 2022, los centros realizaron tratamientos valorados en 730 millones de euros, según un estudio del Observatorio Sectorial DBK de Informa.

 

En todos los casos, se trata ya de valores superiores a los registrados antes de la pandemia del coronavirus. “En 2021 se recuperó la normalidad y se confirmó el incremento anual de tratamientos que se apreciaba año tras año antes de 2020”, corrobora Irene Cuevas, coordinadora del registro de la SEF. Los expertos apuntan que el sector seguirá moviendo cada vez más y más dinero.

 

Mejoras en los tratamientos de crioconservación, una población más informada y, sobre todo, cambios sociales que conducen a plantearse al retraso de la maternidad y la paternidad. Estos son los tres principales motivos a los que los profesionales del sector atribuyen el aumento del negocio.

 

“Los hábitos de vida actuales y los cambios sociales están poniendo en peligro el remplazo de nuestra población en futuras generaciones”, advierte Juan José Espinós, presidente de la SEF. Por eso, desde la entidad hace tiempo que piden al gobierno activar planes de concienciación y prevención que ayuden a rebajar “la exigua” tasa de natalidad y de fecundidad de España.

 

 

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hace tiempo que vienen reflejando un retraso de la edad en qué se tienen los hijos. En 2015, el 93,15% de las mujeres que dieron a luz aquel año tenían entre 30 y 34 años. En cambio, en 2022, el porcentaje se redujo hasta el 78,32%.

 

Hoy, la edad media de maternidad se sitúa en 32,6 años, lejos de los 28,85 que el INE registró en 1975.  “Cuanto más mayor es la mujer, más baja es su reserva ovárica, por lo que este fenómeno contribuye sin duda a aumentar la congelación de óvulos”, analiza para PlantaDoce Jorge Ten, director de la unidad de embriología del Instituto Bernabeu y coordinador del Máster de Medicina Reproductiva que la Universidad de Alicante ofrece junto a este centro.

 

 

El experto señala también otro factor clave para el boom del sector. “La información está llegando de manera más eficaz a la población de mujeres jóvenes que deciden congelar sus óvulos para usarlos en etapas más tardías, cuando tienen más recursos económicos y han encontrado una pareja estable”, añade Ten. A ello se le tiene que añadir el avance de las técnicas de criopreservación de óvulos.

 

“Procesos como la vitrificación (un método de congelación rápido) ha demostrado ser mucho más efectiva que las opciones tradicionales y ha aumentado mucho la tasa de éxito en la fecundación in vitro con óvulos criopreservados mediante vitrificación”, señala preguntado por este medio Guillermo Antiñolo, director de la Unidad de Medicina Materno Fetal, Genética y Reproducción del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

Todos los indicadores apuntan a un futuro pletórico para el sector. El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) cerró 2022 facturando cerca de 210 millones de euros en España, una cifra que lo consolidó como el primer centro de reproducción asistida del país. “Somos optimistas en nuestras previsiones de crecimiento para 2023”, asegura el grupo, que aún no ha dado a conocer la facturación de 2023. El grupo Generalife, otro gigante del sector, facturó más de noventa millones de euros en 2021 y tiene en marcha un plan de expansión en España, donde prevé gestionar unos 20 centros.

 

“La fertilidad y las técnicas de reproducción humana asistida ocupan un espacio cada vez mayor: el uso de las técnicas de reproducción humana asistida en todo el mundo aumenta un 8% aproximadamente cada año”, sentencia Guillermo Antiñolo, que también es director del Máster de Reproducción Humana Asistida en la Universidad de Sevilla.

 

“Es esperable que la técnica de criopreservación mediante vitrificación tenga un impacto cada vez mayor en la toma de decisiones de las mujeres respecto a la maternidad”, concluye. Jorge Ten, de la Universidad de Alicante, apunta hacia la misma dirección. “Hoy en día la congelación de óvulos y embriones mediante la técnica de vitrificación se ha incrementado exponencialmente por los diferentes protocolos médicos y de laboratorio que permiten incrementar el éxito reproductivo, y la tendencia va a seguir siendo su incremento”, opina.