Entorno

Las grandes farmacéuticas se suben a la ola de los ‘hubs’ de innovación

Compañías como Johnson&Johnson, Pfizer o Merck han apostado por la creación de sus propias incubadoras y aceleradoras para impulsar proyectos innovadores en el ámbito de la salud.

Albert Cadanet

17 jun 2019 - 04:58

Las grandes farmacéuticas se suben a la ola de los ‘hubs’ de innovación

 

Las grandes farmacéuticas no sólo buscan el talento fuera de sus puertas. También quieren retenerlo, aconsejarlo e invertir en sus proyectos. Los elevados costes vinculados a la innovación y la presión que sufren los precios en algunas de las economías más desarrolladas han obligado a las compañías del sector a buscar nuevas fórmulas para aumentar su rentabilidad. Los acuerdos de fusión y las adquisiciones se han presentado como una de las opciones más viables, aunque los grupos con mayores recursos también recurren a otros métodos. Uno de ellos pasa por la creación de sus propios hubs de innovación.

 

Johnson&Johnson, la mayor farmacéutica del mundo por facturación, es uno de los referentes en este aspecto. La compañía cuenta con JLabs, una de los proyectos de incubadoras y aceleradoras más extendidos por el planeta. El proyecto, que nació en 2012 a través de una pequeña flagship en San Diego, cuenta ahora con cinco laboratorios en Estados Unidos, otro en Canadá, uno en Bélgica y uno en China.

 

A día de hoy, la empresa colabora con más de 500 start ups en el ámbito de la salud, algunos con origen en España. Una de las últimas que aterrizó en sus cuarteles fue HumanITCare, especializada en el desarrollo de programas para hacer un seguimiento del paciente dentro y fuera del laboratorio durante un estudio clínico.

 

 

Pfizer es otra de las grandes farmacéuticas con una fuerte presencia en todo el mundo. Su red de hubs abarca un total de 19 ciudades repartidas por 15 países, con el foco puesto en Estados Unidos. Nueva York, Boston y San Francisco han sido las ciudades que la compañía ha escogido para concentrar toda esta actividad empresarial.

 

Los aires de Silicon Valley también han atraído a la suiza Roche, quien firmó un acuerdo de colaboración con el California Institute for Quantitative Biosciences, una organización centrada en la investigación y comercialización de tecnología que abarca los campus de la Universidad de Berkeley, la Universidad de Santa Cruz y la Universidad de San Francisco y que ha desarrollado más de 200 start ups en ciencias de la vida.

 

Merck podría ser otro de los casos a tener en cuenta a la hora de hablar sobre compañías con programas de incubación y aceleración propios. La firma alemana ha desarrollado dos programas (uno en China y otro en su país de origen) para descubrir nuevos proyectos relacionados con la inteligencia artificial, la biopsia líquida o el uso de biosensores. Su última edición acogió a 50 empresas.

 

 

Asimismo, existen incubadoras donde el soporte económico de las farmacéuticas tiene un peso muy relevante. El ejemplo perfecto se encuentra en Suiza. El país helvético es la sede de Baselaunch, una aceleradora participada por los gigantes Johnson&Johnson, Novartis, Pfizer, Roche y Roivant Scientes.

 

En España, la colaboración entre start ups y empresas también existe, aunque a otra escala. Las mayores empresas en el ámbito de la salud participan en iniciativas impulsadas por terceros, pero todavía no ha aparecido ningún grupo que se haya erigido como el pionero de esta nueva fórmula de crecimiento.