Entorno

Los Barraquer, más de cien años de tradición oftalmológica ‘made in Barcelona’

La historia de los Barraquer se remonta a 1879, cuando José Antonio Barraquer Roviralta puso en marcha el servicio oftalmológico del antiguo Hospital de la Santa Creu, primer paso para la creación de la clínica en 1941.

A. Escobar

13 sep 2023 - 04:58

Los Barraquer, más de cien años de tradición oftalmológica ‘made in’ Barcelona

 

Cuando se habla de oftalmología y se buscan referentes, el nombre de los Barraquer aparece en el listado. La suya es una historia de tradición familiar, en un negocio que va ya por la quinta generación, remontándose a la Barcelona de finales del siglo XIX. En la actualidad, la clínica es un polo de atracción nacional e internacional gracias a las técnicas y tratamientos visuales que realiza, que factura anualmente alrededor de treinta millones de euros.

 

Los orígenes de Barraquer se remontan a 1879, cuando José Antonio Barraquer Roviralta puso en marcha el servicio oftalmológico del antiguo Hospital de la Santa Creu. La Real Academia de la Historia describe al artífice del negocio familiar como el impulsor de una dinastía de varias generaciones de médicos catalanes, con destreza clínica y quirúrgica.

 

José Antonio Barraquer Roviralta fue el tercer hijo de ocho hermanos que nacieron de una familia de la alta burguesía catalana. Licenciado en Medicina por la Universitat de Barcelona y con tesis doctoral por la Universidad Central de Madrid, tuvo relación con Santiago Ramón y Cajal, quien fue su maestro en la investigación de la anatomía microscópica del ojo. En 1888, Barraquer Roviralta fue nombrado el primer catedrático de oftalmología en España y en 1903 fundó la Sociedad Oftalmológica de Barcelona.

 

 

 

 

Barraquer Roviralta contrajo matrimonio con su sobrina, Concepción Barraquer Garrigosa, fruto del cual nacieron sus tres hijos Ignacio, Rita y Josefina. Su único hijo varón heredó su vocación por la oftalmología, y de la temprana colaboración de ambos surgió una nueva técnica de extracción de la catarata.

 

Ignacio Barraquer Barraquer se doctoró en Medicina en 1908 y años más tarde revolucionó el mundo de la oftalmología con la invención del erisífaco, un aparato productor del vacío regulable que facilitaba la extracción del cristalino. Da a conocer el procedimiento como facoéresis.

 

El descendiente de José Antonio Barraquer Roviralta fue el impulsor de lo que hoy es la Clínica Barraquer, ya que en 1941 inauguró el Centro de Oftalmología Barraquer, primera instalación monográfica de esta especialidad en España. El edificio fue diseñado por él mismo junto con el arquitecto y diseñador Joaquín Lloret Homs y se convirtió en emblema de Barcelona por su estilo Art Déco combinado con Bauhaus.

 

Seis años más tarde, en 1947, Ignacio Barraquer fundó con su esposa, Josefina Moner, el Instituto Barraquer, una asociación científica independiente y autofinanciada dedicada a la investigación y enseñanza oftalmológica, al intercambio de ideas y descubrimientos científicos, a la divulgación de terapias médicas y quirúrgicas y a la promoción general de la oftalmología. Actualmente, el Instituto está adscrito a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

 

 

 

 

Josefina Moner e Ignacio Barraquer tuvieron siete hijos, de los cuales dos decidieron seguir los pasos de su abuelo y su padre. Se trata de Joaquín Barraquer Moner y José Ignacio Barraquer Moner.

 

Joaquín Barraquer creó el primer banco de ojos de Europa, descubrió la vía de la zonulosis enzimática para facilitar la cirugía de la catarata. En 2000 fue reconocido como Oftalmólogo del Milenio. Junto a su padre, Ignacio Barraquer Barraquer, en la segunda mitad del siglo XX presentó nuevos modelos de quirófanos especialmente concebidos para la docencia. Un rasgo diferenciador era la cúpula transparente, que permitía los médicos observadores presenciar las intervenciones a una distancia mínima del campo operatorio. Junto a su hermano, José Ignacio Barraquer Moner, ambos desarrollaron en 1964 un microscopio especial para microcirugía con lámpara de hendidura.

 

En 1971, Joaquín Barraquer Moner amplió con dos plantas y modernizó el Centro de Oftalmología Barraquer y un año más tarde puso en marcha la Escuela Profesional de Especialización Oftalmológica, adscrita a la facultad de Medicina de la UAB.

 

 

 

 

Joaquín Barraquer Moner tuvo tres hijos, de los cuales dos se dedican a la oftalmología, Elena Barraquer y Rafael Ignacio Barraquer, quienes componen la cuarta generación familiar y están al frente del negocio, después de que en 2016 falleciera su padre.

 

Elena Barraquer se especializó en oftalmología en la Universidad Harvard Medical School y es la creadora de la Fundación Barraquer, que operaba gratuitamente en países subdesarrollados desde 2003. Durante trece años, Elena Barraquer fue presidenta y directora ejecutiva de la entidad, organizando más de cien expediciones alrededor de todo el mundo.

 

La idea de Elena Barraquer viró en 2017 a la creación de la Fundación Elena Barraquer, organización sin ánimo de lucro que lucha contra la ceguera evitable por cataratas en países en vías de desarrollo. Su hermano, Rafael Ignacio Barraquer, es doctor en Medicina y Cirugía por la UAB y titular de la Cátedra de Investigación en Oftalmología Joaquín Barraquer de la misma universidad.

 

La saga familiar no acaba ahí. El hijo de Rafael Ignacio Barraquer, Antón Barraquer, se acaba de incorporar al centro barcelonés, constituyendo la quinta generación y encargado de que el legado de la clínica siga vivo. El benjamín de los Barraquer es licenciado en Medicina por la Universitat Internacional de Catalunya y especialista en Oftalmología por el Hospital universitario KBC de Zagreb. Otro de sus tres hijos, Alexandra Barraquer, es licenciada en Dirección y Administración de Empresas por Esade y forma parte del equipo de gerencia y del consejo de dirección del Centro.