Entorno

Menos recursos para más necesidades: el gasto en salud olvida las consecuencias de la pandemia

Si en 2021 los países de la Ocde destinaban el 9,7% de su PIB a la atención médica, las estimaciones para 2022 apunta a una caída de la tasa de más de medio punto, situándose sobre el 9,2%.

Albert Berrocal

13 nov 2023 - 05:00

Menos recursos para más necesidades: el gasto en salud olvida las consecuencias de la pandemia

 

La salud empieza a dejar atrás la pandemia. Entre 2013 y 2019, los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) destinaron, de media, un 8,8% del Producto Interior Bruto (PIB) a la atención sanitaria. Esta tasa se disparó hasta el 9,2% en 2021, pero las estimaciones que maneja el organismo apuntan a una caída significativa de la proporción en 2022, con un 9,2%, según el último informe publicado este noviembre por la entidad bajo el nombre Health at a Glance.


Según desglosa el mismo informe, este descenso se explica, entre otros, por el impacto de la alta inflación sobre los sistemas sanitarios, que en algunos países provoca que sea muy complicado atraer y retener a los profesionales del sector. En concreto, la Ocde enfatiza, en cuanto a salarios, el descenso que han sufrido los trabajadores de la salud que participan en los mercados de Finlandia, Italia, Portugal, España y Reino Unido.

 

Además, recoge que un 20% del gasto en salud tiene su origen en los bolsillos de las familias. De esta estadística, la organización interpreta que aquellos que tienen más recursos suman el triple de posibilidades de buscar atención sanitaria en caso de necesitarla respecto a los que menos bienes poseen.

 

Respecto a la atención primaria, el presupuesto de este sector representó el 13% del gasto en el conjunto de los países de la Ocde en 2021, una cifra similar a la registrada en 2019. En cuanto a los tiempos de espera, tras dispararse durante la pandemia, la Ocde confirma que siguen registrando una mayor lentitud que antes del periodo de confinamiento en la mayoría de los países. De hecho, el informe apunta que las teleconsultas han aumentado considerablemente tras la pandemia, representando el 19% de todas las visitas médicas en 2021.

 

 

 


La caída en la cantidad de recursos destinados a la atención médica choca con las necesidades actuales de sus habitantes. El informe recoge que, tras la pandemia, parte de la población sigue sin recuperarse de las consecuencias físicas y mentales que provocó el Covid-19. Sin ir más lejos, entre 2019 y 2021, la esperanza de vida cayó en casi un año en el conjunto de los países de la Ocde. Para 2022, aunque se espera que este registro sea más optimista, la previsión es que la esperanza de vida media aún se mantenga por debajo de los niveles prepandémicos en hasta 28 países de la organización.

 

Si el Covid-19 causó el 7% de todas las muertes registradas en 2021, casi un tercio del total de defunciones se podría haber evitado mediante “intervenciones de prevención y atención sanitaria más eficaces y oportunas”, según sentencia el informe. Por lo que respecta a la salud mental, el informe subraya que la proporción de la población que comunica síntomas de depresión en 2022 continuaba siendo, como mínimo, un 20% más elevada que antes del estallido de la pandemia.

 

Los estilos de vida tampoco contribuyen a revertir esta situación. La cifra más significativa es la que apunta que la tasa de adultos con sobrepeso u obesidad superó el 50% en los países de la Ocde en 2021. Además, aunque la organización señala que el número de fumadores continua cayendo en la mayoría de los países, con un 16% de la población adulta que confirma fumar a diario, 29 de cada 100.000 muertes tienen su origen en la contaminación del aire.