Entorno

¿Qué ha pasado con las mascarillas ‘made in Spain’ tras el Covid-19?

En 2023, las ventas de mascarillas se desplomaron un 83%, una cifra que pone contra las cuerdas a los fabricantes nacionales de este must del Covid-19. La asociación que los une urge al gobierno declararlos “sector estratégico”.

¿Qué ha pasado con las mascarillas ‘made in Spain’ tras el Covid-19?
¿Qué ha pasado con las mascarillas ‘made in Spain’ tras el Covid-19?
De conseguir ser declarados “sector estratégico” por el Gobierno, los productores españoles de mascarillas respirarían aliviados, pero sus reclamaciones van más allá.

Marc Amat

8 abr 2024 - 05:00

Cuando el 31 de enero de 2020 el Ministerio de Sanidad confirmó el primer caso positivo de Covid-19 en España, los fabricantes de mascarillas de todo el mundo ya tenían claro la que les venía encima. Hacía días que tenían más trabajo del habitual: las noticias de la rápida expansión del coronavirus en otros países habían llegado a oídos de los ciudadanos y los más precavidos habían visitado su farmacia en busca de este material de protección. Un mes después, en España el producto ya estaba fuera de estoc. Incluso los cuerpos de seguridad incautaron 68.913 mascarillas para “ponerlas de inmediato a disposición de las autoridades sanitarias”, informó la Guardia Civil.

 

Era el preludio de una lluvia de millones para los fabricantes de materiales de protección individual, como trajes EPI, guantes, gel hidroalcohólico y las codiciadas mascarillas. En 2020, la demanda de estos productos se disparó un 1.259% respecto al año anterior, según un informe de la consultora Alliance Healthcare. Aun así, en España el sector era irrisorio. De hecho, solo había una empresa que fabricara mascarillas sanitarias. Esto no tardó en cambiar: con el crecimiento de la demanda de este producto, la cifra se disparó. La oportunidad de negocio se tradujo en la repentina aparición de unos cien fabricantes nacionales de mascarillas, según ha confirmado a PlantaDoce la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, EPI y Otros productos sanitarios (Oesp).

 

 

A día de hoy, tras la vacunación masiva contra el virus y el descenso de positivos, solo quedan unas veinte. La facturación también se ha desplomado. Si solo en septiembre de 2020 las farmacias españolas facturaron 41,5 millones de euros vendiendo mascarillas, en todo el año de 2023 este producto generó 64 millones de euros. Es una cifra un 84% menor que las ventas registradas en el ejercicio de 2022, que se situaron en torno los 365,5 millones de euros, según datos extraídos de los informes mensuales de la consultora Iqvia. Con este cambio de panorama, ¿Cómo logran sobrevivir los fabricantes de mascarillas made in Spain?

 

 

La situación del sector español es compleja. “Las perspectivas no son nada buenas: muchas de las empresas que empezaron en 2020 ya han cerrado, pero muchas seguimos aquí, luchando para acercar productos de calidad y de proximidad a los ciudadanos”, radiografía Tomás Martín, presidente de la Oesp, la entidad creada en 2021 para defender los intereses del sector. También es director ejecutivo de Episcan, uno de los productores de mascarillas que aún persisten en el mercado. Su empresa es un ejemplo de la evolución del sector. Nació en 2020, en plena pandemia, con la voluntad de ayudar a paliar la falta de estoc de este tipo de productos. “A nivel empresarial, yo tenía una sociedad del mundo publicitario, pero me abrí al sector de las mascarillas al ver la necesidad que había en aquel momento”, comenta. Desde entonces, ha tenido que surfear en un océano con grandes olas de encargos y largos meses de mar en calma.

 

“A día de hoy, el sector está desapareciendo mientras vemos como las administraciones realizan todas sus compras en mercados asiáticos”, critica la Oesp en un duro comunicado hecho público hace pocas semanas. "En los concursos públicos y licitaciones no se valora la calidad del producto nacional ni otras condiciones como la sostenibilidad, la cercanía o la creación de empleo”, continua la asociación. Tomás Martín es muy crítico con el trato que el gobierno está dando al sector. “Con el contexto geopolítico actual, que incluye la posibilidad de un conflicto armado con Rusia, no entendemos cómo el ejecutivo español no hace todo lo que puede para mantener una industria esencial en episodios convulsos como una pandemia”, se lamenta.

 

 

 

En sus intentos para subirse a un bote salvavidas, la Oesp ha pedido al gobierno ser declarado “sector estratégico”, igual que lo es la industria energética, armamentística o de los transportes. “Es necesario que todas las administraciones tomen conciencia de la importancia de nuestro sector y utilicen las herramientas a su alcance”, alerta la organización. “La fabricación de mascarillas debe ser declarado sector estratégico en la Ley de Seguridad Nacional”, reclama. No es una petición caprichosa. Martín es meridiano: “nos jugamos seguir funcionando o desaparecer”, declara.

 

 

De conseguir ser declarados “sector estratégico” por el Gobierno, los productores españoles de mascarillas respirarían aliviados, pero sus reclamaciones van más allá. “Además, las autoridades sanitarias pueden apoyar al sector con criterios de valoración en los concursos públicos y licitaciones, así como realizando las compras públicas de mascarillas en España y otras medidas que garanticen la supervivencia de la industria y el empleo del sector”, sostienen las empresas españolas fabricantes de mascarillas.

 

Según ha podido saber PlantaDoce, el comunicado pidiendo ser declarado sector estratégico  no ha obtenido respuesta por parte el Gobierno, ni de forma pública ni privada. Martín tampoco lo espera. “Estuvimos en contacto con el ministro de Industria del anterior gobierno, pero el cambio de ejecutivo troncó la fluidez comunicativa”, resume el presiente de la Oesp. “Aun así, seguiremos luchando tanto por los que decidieron arriesgar entrando en este sector, como por los que continúan trabajando para sacarlo adelante”, concluye.