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Vicente Ortún (UPF-BSM): “No hacer un plan de intervención de los recursos sanitarios privados sería inmoral”

El investigador principal del Centro de Investigación en Economía y Salud (Cres) no entiende que “se utilicen recursos y no se compense por ello”.

A. Escobar

19 nov 2020 - 04:58

Vicente Ortún (UPF): “No hacer un plan de intervención de los recursos sanitarios privados sería inmoral”

 

Vicente Ortún es catedrático emérito del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (UPF) Barcelona School of Management y expresidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) y de la Asociación de Economía de la Salud (AES). Ortún considera que no implementar un plan de intervención de los recursos de la sanidad privados tras la pandemia sería inmoral.

 

Pregunta: ¿Qué ha fallado en España para que se produzca esta segunda ola y la situación sea tan parecida a la de marzo?

Respuesta: Europa es el territorio del mundo que peor está por la situación provocada por el Covid-19; en el verano se tuvo la impresión de que la pandemia había pasado y relajarse cuando tienes la estructura preparada permite aguantar mejor el golpe, pero si no la tienes, indudablemente no lo aguantas. El tiempo que hubo para contratar a rastreadores en España hay quien lo ha sabido aprovechar y otros que no. En Alemania, por poner un ejemplo europeo, llevan décadas con unas estructuras de salud pública que permiten seguir a la gente y, aun estando desbordados sus centros, siguen a los contactos que consideran más graves. Dentro de un tiempo y cuando tengamos más información veremos la importancia de ser Madrid o ser Bruselas en esta pandemia o qué importancia ha tenido ser más o menos competente.

 

P.: ¿Es factible que se apruebe un nuevo confinamiento como en la primera ola?

R.: Depende de la comunidad o territorio. Lo que hay que evitar es que la gente se muera en la puerta del hospital. Evidentemente, cuanto menos confinados estemos, mejor, porque será señal de que también estamos mejor. La única solución que tenemos es la distancia física, la llamada distancia social. Vamos a ser el país de Europa que más va a bajar el Producto Interior Bruto (PIB), concretamente un 13%. Si la situación tarda mucho en resolverse y tardamos en recuperarnos, la pobreza se instalará de manera permanente en España. El frente que también hay que mantener es la atención primaria: hay que recuperarla tal y como debe funcionar.

 

P.: ¿Son suficientes las medidas económicas para compensar los sectores afectados por las medidas sanitarias?

R.: España alcanzará a finales de este año un 120% de deuda, de déficit estructural, sobre el PIB. Hace un par de semanas España e Italia emitieron deuda en el mercado a tipos negativos; nunca el sur de Europa había hecho algo así.

 

 

 

P.: ¿Es eficiente una gestión de la crisis con 17 políticas sanitarias diferentes?

R.: En temáticas como en unidad de mercado sería conveniente una sola política. Si hay economías de escala, cuanto más importante sea el hábito, mejor. Sin embargo, la compra de medicamentos no se hacía mejor en el periodo preautonómico.

 

P.: ¿Se está haciendo un buen uso del estado de alarma?

R.: Se tiene que generalizar en momentos en que aumente mucho la carga de Covid-19. No hacerlo sería inmoral, lo único necesario es llegar a un acuerdo razonable. Es bueno para ambas partes, pública y privada.

 

P.: Pero hasta ahora, a excepción de Cataluña, no se han llegado a acuerdos entre ambas partes.

R.: Centro Médico Teknon llegó a un acuerdo con el Hospital del Mar en Barcelona. No entiendo que se utilicen recursos y no se compense por ello. La relación de la pública con la sanidad privada ha de ser pactada.

 

 

 

P.: ¿Cómo se puede mejorar la relación público-privada en la sanidad?

R.: Es un tema muy difícil de abordar en España porque el posicionamiento siempre se produce por ideología, nunca por datos. Necesitamos que tanto los centros públicos y privados tengan acceso a los recursos públicos y una mayor transparencia. ¿El modelo más eficiente? En España tenemos tres ejemplos muy claros de colaboraciones fallidas y que han influenciado bastante en la opinión pública: Le Pethus, Castor y las radiales de Madrid. Fallaron porque estaban mal diseñados. Cuando los contratos no se hacen bien, los que acaban pagando son los ciudadanos, y eso es extrapolable al sector sanitario.

 

P.: ¿Cómo debe ser la respuesta en el ámbito económico para mitigar el impacto de la pandemia?

R.: Sentarse a hablar y compensar los servicios prestados. Es lo que hay que hacer y contemplar, no es, o no tendría que ser, tan difícil de manejar.

 

P.: ¿Qué medidas se deberían aprobar para llevar a cabo la transformación del sistema público de salud?

R.: Que continúe el estado de excepción, entiéndase la frase. Se pudieron hacer muchas cosas en la primera ola que en condiciones normales hubieran tardado meses o años. En sanidad, el 60% de las consultas se están haciendo en remoto, vía teleasistencia. Para digitalizar en serio hace falta aprovechar una parte de los 70.000 millones del programa de recuperación para Europe Next Generation, por ejemplo.

 

 

P.: ¿La mejora del sistema sanitario es cuestión de recursos económicos, tecnología o gestión?

R.: Si no existiera el Covid-19 no se hubiera redescubierto algo tan obvio como la importancia de los clínicos y de los gestores de centros. La innovación es hija de la necesidad y los cambios se han acelerado, semana tras semana.

 

P.: ¿Qué tres decisiones de política sanitaria tomaría si fuera ministro de Sanidad?

R.: Intentaría que hubiera servicios sociales más integrados, una atención primaria resolutiva e introduciría el factor sostenibilidad en sanidad. Hay que ver el coste-efectividad. No puede ser todo para todos, así que es necesario escoger qué es para todos.