Entorno

El hospital del futuro

Iluminación, energía o consumo de agua: el camino verde del quinto país más contaminante

El sector hospitalario es uno de los más contaminantes del planeta y los mayores grupos del sector, así como también quienes se encargan de construir y diseñar los hospitales, tienen por delante el reto de hacer los hospitales del futuro más amigables con el medio ambiente.  

María Bertero

24 oct 2023 - 04:52

Iluminación, energía o consumo de agua: el camino verde del quinto país más contaminante

 

 

Cada año, más de cuatro millones de personas pasan por los hospitales españoles, sumando más de 37 millones de estancias. Lo que se encuentran al cruzar la puerta poco tiene que ver con los hospitales de hace apenas unos años. Las necesidades de los pacientes, el personal sanitario y los acompañantes ha cambiado, y los hospitales se han adaptado a ellas con innovaciones que van desde una nueva distribución de los espacios hasta servicios diversos y, por supuesto, más digitalización. En este Insight, que cuenta con el apoyo de HLA Grupo Hospitalario, PlantaDoce repasa las claves que definirán los hospitales del futuro. 

 

 

 

 

La sanidad se vuelca en la gestión medioambiental. La Agenda 2030, el estallido de la pandemia del Covid-19 y el surgimiento de organizaciones medioambientales en el sector han apretado para que los hospitales se ocupen cada vez más de la sostenibilidad y la gestión de los recursos. Además, la sanidad se encuentra estrechamente ligada al cambio climático por los problemas de salud que acarrea. 

 

Compuesto por grandes edificios con una alta demanda de energía constante, el sector sanitario es de los más contaminantes del globo: si fuera un país, sería el quinto más contaminante del planeta, según datos del informe Huella Climática en el Sector de la Salud, elaborado por la organización Salud sin Daño en colaboración con Arup. 

 

Para su refrigeración, ya sea de sus salas y espacios de internación o cirugía, hasta equipos y aparatología que deben funcionar a cierta temperatura o termómetros para mantener ciertos medicamentos en condiciones óptimas, los hospitales y otros centros sanitarios requieren de una alta cantidad de energía.  De reducirse un 30% la energía utilizada para los sistemas hospitalarios de enfriamiento y refrigeración, se podría ahorrar el equivalente a la instalación de 27.400 turbinas eólicas, según un estudio publicado por Kigali Cooling Efficiency Program (K-CEP) 

 

 

Para hacer del sector sanitario un lugar más verde, hay que empezar por los cimientos. El estudio español de arquitectura Pmmt, especializado en arquitectura hospitalaria, sostiene que un hospital sostenible se empieza a gestar con el diseño del plan funcional, incluso antes de las fases de diseño y construcción del edificio. “ La fase de planificación y desarrollo funcional del hospital es imprescindible para diseñar la tipología edificatoria óptima para cada uso y modelo sanitario”, indican los arquitectos.  

 

 

La necesidad de integrar la sostenibilidad en el diseño de hospitales es crucial dada la gran carga energética con la que funcionan, las veinticuatro horas del día todos los días del año, pero no solo: para construir un hospital sostenible el edificio no sólo tiene que funcionar a la perfección durante toda su vida útil, sino que además tiene que diseñarse y construirse en el mínimo tiempo posible y con el menor impacto en el medio ambiente.  

 

Dada las nuevas exigencias que demanda el sector, Pmmt ha ideado el concepto de Hospital Paramétrico, en el que las circulaciones, la métrica de la trama y los espacios, la modulación de las fachadas, las estrategias para posibles ampliaciones, la ubicación y jerarquización de los accesos y hasta la localización de las galerías de instalaciones, usan métricas comunes para adaptarse a todos los equipamientos sanitarios.   

 

 

 

“El hecho de que la concepción de la estructura y de la envolvente sea independiente de la distribución interior permite seguir personalizando el edificio, incluso una vez empezadas las primeras fases de obra”, agregan desde Pmmt.  

 

Diversas empresas y entidades públicas y privadas están modificando las prácticas que se ejercen en los hospitales para volverse más sostenibles. “Estados Unidos está trabajando fuertemente en reducir la huella de carbono, cosa que pronto veremos en la sanidad europea”, sostiene Álvaro Carpintero, socio y responsable del área de salud de McKinsey. Las regulaciones exigen normativas del sello de sostenibilidad LEED, que deben incorporarse en el diseño de los hospitales, aunque no sea obligatorio, están empujando hacia un sector más sostenible. “Los hospitales públicos son los que lo están implementando para conseguir la reducción de costes operativos que implican estos sistemas sostenibles”, insiste Carpintero. 

 

Para dar con un ejemplo de hospital sostenible también se puede viajar hasta Australia. Las dos instalaciones del Centro de Salud de Pingelly y Cunderdin se diseñaron para reducir su impacto ambiental con características como el diseño son el uso de esclusas (para mejorar el control del clima y evitar los túneles de viento);  la luz natural, las ventanas de vidrio laminado de seguridad y los tratamientos para reducir la transferencia de calor, según recoge la consultora Deloitte en su informe  Hospital sin parades. El diseño de los centros les ha valido la obtención del certificado Green Star que concede el Green Building Council por la calidad del diseño, la construcción y las operaciones.  

 

 

 

 

Más cerca también se encuentran hospitales que han apostado por la sostenibilidad, como el  Hospital Universitari de Mollet (Barcelona), que se hizo con el premio plata en los Ashikaga-Nikken Excellence Award for Green Hospitals de los International Hospital Federation Awards de 2021. El hospital, que se construyó hace trece años, cuenta con un sistema de energía geotérmica y placas fotovoltaicas y usa un 100% de energía renovable para abastecerse. Además, cuenta con sistemas de recogida y aprovechamiento del agua pluvial, techos radiantes y cubiertas sostenibles, patios de luz y una arquitectura sostenible.  

 

Más allá de las consideraciones técnicas, el hospital también tiene en cuenta la sostenibilidad en sus procesos con una reducción de las estancias hospitalarias, ya que un solo día de ingreso supone siete kilos de residuos, la minimización de los traslados o la reducción de los residuos de medicación. Con todo, el hospital ha conseguido ir reduciendo sus emisiones y convertirse en un centro neutro en carbono tras la participación voluntaria en el Programa de Compensaciones de emisiones de gases de efecto invernadero de la Oficina Catalana del Cambio Climático. 

 

“Una vez construido el edificio y ya puesto en funcionamiento, es importante que haya un traspaso de información entre el equipo de diseño y los usuarios finales del mismo”, sostienen el estudio de arquitectura Pmmt. “Este conocimiento, junto a la monitorización de los consumos y ocupaciones de los espacios, ayudarán a que la infraestructura funcione de la forma más eficiente y que esta pueda ajustarse según las necesidades de cada momento o ciclo del edificio”, añade.  

 

Empresas españolas como Sanitas también han puesto en marcha varias iniciativas. Recientemente, el grupo hospitalario selló una alianza con seis start ups para implementar nuevas soluciones en sostenibilidad. La iniciativa se realizó a través del programa Eco-Disruptive para desarrollar un producto mínimo viable que ayude a abordar desafíos en materia de sostenibilidad.