Más pastillas ‘made in Spain’: este es el plan español para vender más fármacos a Europa

Cuando estalló la pandemia del coronavirus, en España se disparó el uso de Paracetamol: solo entre 2021 y 2022, el consumo de este analgésico creció un 36,9 % y adelantó el histórico Ibuprofeno para tratar la fiebre y el dolor leve. Estos datos, recogidos por la consultora Iqvia, no preocuparían al gobierno español si no fuera por un detalle: “En toda Europa no se sintetiza ni un gramo de paracetamol”. Es la advertencia que ha ido lanzando durante los últimos meses María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), en varias apariciones ante los medios. Con conflictos geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania y crisis sanitarias como la del Covid-19 en el retrovisor, el gobierno español y el resto de países de la Unión Europea (UE) están en alerta por el elevado grado de dependencia exterior que existe en algunos fármacos.

El Paracetamol es uno de ellos. En su caso, la mayoría de los comprimidos que se venden en España proceden de India, China y, en menor número, de Estados Unidos. Junto con este analgésico, el gobierno español tiene localizadas 903 presentaciones de medicamentos que pueden sufrir problemas de suministro, como la amoxicilina o varios antidiabéticos. El aumento inesperado de la demanda, la producción cada vez más deslocalizada y la falta de materias primas son tres de los ingredientes que ayudan a formar este cóctel.

Estos datos chocan de frente con el crecimiento constante que viene experimentando el sector farmacéutico español durante los últimos años. Las estadísticas muestran como en España cada vez se producen más fármacos. En 1995, los medicamentos made in Spain movieron más de 6.000 millones de euros. En 2008 superaron la barrera de los 14.000 millones, una cifra que se mantuvo hasta 2019. Con el estallido del coronavirus, el indicador empezó a subir de nuevo hasta superar los 17.000 millones en 2021, según un estudio de Nitid Corporate Affairs y Apple Tree.

Objetivo: ser la fábrica de pastillas de Europa

En total, en España hay 173 plantas de producción de medicamentos, según consta en el último informe de implantación industrial del sector farmacéutico en España publicado por la consultora ManageArt y Farmaindustria. De todas ellas, 103 fabrican fármacos dirigidos a la salud humana. Emplean más de 25.000 personas, el 61% son de capital español y la mayoría se concentran en Cataluña. Estos datos sitúan a España como uno de los países europeos con mayor potencial de fabricación de ese sector en un momento en el que los medicamentos han demostrado ser un bien estratégico y de seguridad para los países, asegura el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay.

Los datos sitúan a España como uno de los países europeos con mayor potencial de fabricación de fármacos

Con este alentador ecosistema floreciendo en el territorio, el gobierno español prometió en marzo de 2023 un Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica. La acción perseguía tres objetivos claros: potenciar la investigación, la producción y el acceso de la población a los medicamentos. El documento aún no ha visto la luz, pero el gobierno insiste en que sigue trabajando en él con el sector, que ya se encuentra “muy desarrollado” y que irá en consonancia con la Estrategia Farmacéutica Europea que el Parlamento Europeo aprobó hace menos de un año. En este caso, sus cuatro ejes clave eran garantizar la disponibilidad y accesibilidad de medicamentos, apoyar a la innovación y la sostenibilidad del sector farmacéutico, proteger los pacientes y la salud pública y mejorar en coordinación y cooperación internacional.

El plan español que sí que está aprobado y en marcha es el Plan Estratégico 2023-2026 de la Agencia Española de Medicamentos. Los objetivos son muy parecidos al resto de documentos mencionados. El plan se sustenta sobre cinco objetivos estratégicos: garantizar a la sociedad la calidad, seguridad, eficacia, disponibilidad e información de estos productos; incrementar la satisfacción de las personas usuarias; tener un impacto social para reforzar el posicionamiento nacional e internacional; y ser más eficientes mejorando los medios humanos, tecnológicos y de gestión.

El sector reclama una hoja de ruta clara   que le dé confianza para invertir en aumentar la producción

De mientras, España ya está avanzando en el camino de convertirse en la fábrica de pastillas de Europa. Hace solo unos días, la directora de la Agencia Española de Medicamentos anunció en elEconomista un ambicioso plan para construir una fábrica de paracetamol en suelo español enfocada a suministrar todo el territorio comunitario. Si bien el proyecto está avanzado, aún se desconoce qué farmacéutica será la encargada de materializarlo.

“Tenemos las bases apropiadas para convertirnos en un gran hub de producción de medicamentos en Europa”, indicó Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria, en unas jornadas sobre la correcta fabricación de medicamentos y principios activos. Para ello, “lo único que hace falta es tener clara una hoja de ruta, una estrategia a medio y largo plazo que dé confianza al sector para poder realizar las inversiones que son necesarias en este ámbito”, concluyó.