Entorno

Especial 2020: el negocio de la salud en el año del Covid-19

Un año frenético de carrera por la vacuna

Farmacéuticas de todo el mundo han desarrollado en tiempo récord avances contra el Covid-19, especialmente Pfizery BioNTech y Moderna.

D. Punzano

24 dic 2020 - 05:00

La carrera por la vacuna

 

Como cada año, PlantaDoce.com realiza en las últimas semanas de diciembre un repaso a los últimos doce meses en el negocio de la salud, marcados por el impacto de la pandemia del Covid-19. Análisis macroeconómico de España y el mundo, recorrido por los fenómenos sociales que ha provocado el coronavirus y un recorrido por el impacto en las principales empresas del sector forman el Especial 2020: el negocio de la salud en el año del Covid-19.

 


 

 

 

Investigación en tiempo récord y de forma organizada para conseguir un remedio para la crisis del Covid-19. Poco después del brote del coronavirus en Wuhan (China) y su expansión por todo el mundo, las principales farmacéuticas estadounidenses, europeas y chinas rápidamente se pusieron en marcha para iniciar las investigaciones de la vacuna que pusiera fin a la pandemia.

 

La carrera por la vacuna ha tenido muchos participantes y varios protagonistas, pero ha estado liderada por dos compañías. Pfizer y BioNTech han conseguido ser las primeras en conseguir la aprobación de su vacuna, mientras que Moderna les ha seguido de cerca. También han destacado en la pugna la británica AstraZeneca, la alemana Curevac y Johnson&Johnson. En segundo plano se han situado las chinas Curevac y Sinopharm y la rusa Sputnik.

 

Pfizer y BioNTech se unieron contra el Covid-19 a mediados de marzo. La farmacéutica estadounidense y la alemana se aliaron para acelerar el desarrollo global de la vacuna BNT162. En mayo, el consorcio completó el suministro de la primera dosis de la potencial vacuna a un grupo de doce pacientes en Alemania.

 

 

 

 

En julio, las farmacéuticas consiguieron la autorización por parte de la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para la aprobación por vía rápida de dos vacunas contra el coronavirus. Ambos productos estaban basados en la tecnología ARN mensajero desarrollada por BioNTech.

 

Los avances de Pfizer y BioNTech permitieron al consorcio ser el primero en alcanzar acuerdos para el suministro de su vacuna a diferentes regiones. Las farmacéuticas acordaron distribuir treinta millones de dosis contra el Covid-19 a Reino Unido y 600 millones de viales a Estados Unidos. También otros 120 millones de vacunas se comprometieron con Japón y 200 millones de unidades con Europa.

 

Las buenas noticias incluso hicieron asegurar a Pfizer que la vacuna contra el coronavirus estaría lista en noviembre, aunque finalmente el proceso fue más largo de lo esperado. El consorcio anunció que la eficacia de su producto era del 95% y que esperaba producir más de mil millones de dosis en 2021. Poco después, Pfizer y BioNTech solicitaron la autorización de emergencia a la FDA para su vacuna. El consorcio también inició el mismo procedimiento con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) y en Australia, Canadá, Japón y Reino Unido. El país británico fue el primero en aprobar el uso de la vacuna de Pfizer y BioNTech tras el visto bueno de la Agencia Reguladora de Productos Sanitarios y Médicos (MHRA, por sus siglas en inglés) y el primero en vacunar.

 

 

 

 

Tras los pasos de Pfizer y BioNTech se sitúa Moderna. Entre las farmacéuticas en la carrera por descubrir la vacuna contra el Covid-19, la compañía estadounidense es la más desconocida y la que irrumpió con más fuerza.

 

La empresa anunció los primeros datos de su vacuna en mayo. La biotecnológica también acordó una colaboración con la española Rovi para la fabricación a gran escala del llenado y acabado de la vacuna candidata de la estadounidense en las instalaciones de la farmacéutica en Madrid.

 

Uno de los primeros acuerdos que alcanzó Moderna para suministrar su vacuna fue con Estados Unidos, cuya alianza consiste en la distribución de cien millones de vacunas contra el Covid-19 por 1.500 millones de dólares. Además del acuerdo con Rovi, la compañía estadounidense creó en España una filial bajo el nombre de Moderna Biotech Spain.

 

Igual que Pfizer y BioNTech, Moderna también ha solicitado la autorización para su vacuna en Europa y Estados Unidos. El fármaco registró una eficacia del 94%. Moderna prevé fabricar en 2021 entre 500 millones y mil millones de dosis en todo el mundo.

 

 

 

 

 

La siguiente compañía en la carrera por la vacuna contra el Covid-19 es AstraZeneca, que desarrolla el fármaco junto a la Universidad de Oxford. La compañía británica fue de las primeras en pronosticar el número de dosis que podrían suministrar este año, hasta 400 millones de unidades en todo el mundo, señaló Pascal Soriot, consejero delegado de la multinacional.

 

El camino de AstraZeneca en el desarrollo de la vacuna del Covid-19 era parecido al de Pfizer y BioNTech y Moderna, pero en septiembre la compañía paralizó el ensayo por la aparición de “una enfermedad potencialmente inexplicable” en uno de los participantes. La farmacéutica retomó el ensayo pocos días después y en noviembre anunció que la eficacia de su vacuna era del 70%.

 

 

Johnson&Johnson es otra de las compañías que han participado en la carrera por la vacuna del Covid-19. Sin embargo, la multinacional, a través de su filial Janssen, es la que ha dado menos información de los avances de sus investigaciones. El grupo llevó a cabo un ensayo clínico en Estados Unidos y Bélgica, aunque en octubre la compañía lo paró debido a una “enfermedad inexplicable de un voluntario”. Tras retomar el ensayo, Johnson&Johnson realizó la fase III en casi una decena de países, entre ellos España.

 

En España, el 27 de diciembre comenzará a administrarse la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech, siendo el 26 de diciembre cuando se recibieron las primeras dosis. De la primera fase de la vacunación se beneficiarán 2,5 millones de personas.