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Ángel Fernández (MSD): “Las expectativas con la vacunación han sido demasiado optimistas”

El expresidente y director general de MSD en España considera que hay que manejar las expectativas del plan de vacunación “de una forma positiva y favorable”.

A. Escobar

28 ene 2021 - 04:58

Ángel Fernández (MSD): “Las expectativas con la vacunación han sido demasiado optimistas”

 

Ángel Fernández es el expresidente y director general de MSD en España, uno de los directivos con más experiencia y responsabilidad en el sector farmacéutico en el país. Economista de formación, Fernández cree que la inmunidad de grupo en el corto plazo es complicada no tanto porque no haya capacidad para administrar la vacuna, sino por falta de capacidad para fabricarla.

 

Pregunta ¿Europa vuelve a sufrir ahora con las vacunas una crisis de suministro como sucedió en la primera ola del Covid-19 con la falta de EPIs?

Respuesta: Es radicalmente diferente. Las vacunas están recién aprobadas, la de Pfizer a finales de diciembre de 2020 y la de Moderna a principios de enero de 2021. Hay que agradecer el esfuerzo gigantesco y sin precedentes que ha asumido la comunidad científica, las compañías, los países y los organismos reguladores. Lo que ahora estamos sufriendo es quizás comparable a una locomotora, que poco a poco va tomando tracción e irá teniendo capacidad de producción incremental día tras día. Los procesos productivos llevan su tiempo.

 

P.: Pero la Unión Europea ha llegado a hacer alusión al desabastecimiento de vacunas

R.: Se trata de una cuestión de expectativas y de cálculos. Si alguien cree que todas las vacunas van a estar disponibles para toda la población el día 1 y no están, lógicamente pensará que es un desastre. No es el caso, y hay que manejar esas expectativas de una forma positiva y favorable. Quizás las expectativas que se han manejado han sido demasiado optimistas. Cuando se dice que hay que vacunar al 70% de la población para tener inmunidad de grupo en un plazo de tiempo muy corto ves que no es posible, no porque no haya capacidad para administrar la vacuna, sino porque no hay capacidad para fabricarlas. Hay que manejar mejor la comunicación.

 

P.: ¿Es necesaria una mayor transparencia? ¿Alguien tiene que velar por ello y hacerse responsable?

R.: La comunidad en su conjunto tiene que trabajar este tema. No creo que haya un problema de transparencia, la lucha contra la pandemia es muy compleja y condiciona a toda la humanidad. Hay que mejorar la comunicación, pero sin optimismos excesivos.

 

 

 

 

 

P.: Más allá del punto de vista sanitario, ¿qué representa que se puedan producir incumplimientos o retrasos relacionados con el suministro de vacunas?

R.: En este momento disponemos de vacunas, un remedio eficaz. Tenerla y administrarla es la forma más eficaz de luchar contra el virus. Cuantas más tengamos, mucho mejor. En Israel, por ejemplo, ya se está empezando a ver que esas cohortes que fueron vacunadas en diciembre, hoy empiezan a tener menos índice de contagio.

 

P.: ¿Qué podemos aprender de un país como Israel?

R.: El gran ejemplo de la vacunación masiva. Israel es un país más pequeño y quizás puede hacerlo de una mejor manera.

 

P.: ¿El sector de la salud avanza hacia una colaboración entre empresas competidoras?

R.: Categóricamente sí. La colaboración genera éxitos, mejores resultados. Pfizer con BioNTech, Oxford con AstraZeneca, Sanofi con GlaxoSmithkline (GSK) o Pfizer son claros ejemplos. La ciencia es una, no se divide, y cuanto más acceso se tenga, mejor, porque el coste es enorme. Si eres capaz de combinar esfuerzos, vas a ser capaz de ser más eficiente. Es un aspecto que está aquí para quedarse.

 

 

 

 

 

P.: ¿Es la única manera de poder llevar a cabo innovaciones y nuevos desarrollos?

R.: Por lo menos es la única manera de hacerlo eficiente y aumentando la velocidad. Quizás hay otras formas, pero no son igual de rápidas ni efectivas.

 

P.: ¿La salud va a continuar siendo un buen sector en el que invertir?

R.: En principio, España va a canalizar de los fondos europeos alrededor de 12.000 millones de euros en tres años en el área de salud. La pandemia ha demostrado que nuestro Sistema de Salud es muy bueno, pero que tiene grietas y que hay un futuro por construir. También se ha evidenciado la importancia de la telemedicina, pero es sólo la punta del iceberg en la transformación del modelo. No tenemos una historia clínica en nuestro poder, de nuestra vida clínica como pacientes. Falta inversión en datos. No existe interconectividad entre los diferentes sistemas de salud autonómicos. Otra área interesante para la inversión es la de investigación y desarrollo; España es un país puntero en investigación clínica y hay que continuar afianzando esa posición. También es destacable apostar por la biotecnología o la genética.

 

P.: ¿La oleada de inversiones que está habiendo en el sector biotech y tecnológico puede durar?

R.: Tiene que durar. La población vive cada vez más años y el número de enfermedades crónicas es mucho mayor que hace años. Buena salud es sinónimo de crecimiento económico, de riqueza. Pero no es flor de un día. Es un tema crítico en la agenda, fíjese en el Foro Económico Mundial estos días.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué se puede hacer para promover un sector de la salud más fuerte y competitivo?

R.: Existe una dinámica positiva derivada de la pandemia. Los poderes públicos han visto que salud es un área que hay que reforzar.

 

P.: ¿Qué deberes son los primeros que tiene que asumir la nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias?

R.: Primero tendría que escuchar a los que saben, a la comunidad científica. El Ministerio de Sanidad tiene un consejo consultivo y Salvador Illa nunca se ha reunido o lo ha convocado.