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Fernando García (UPF): “La pandemia es un buen momento para reordenar el sector”

García es licenciado en Medicina por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Alicante. Desde 2007 es catedrático de Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y desde 2010 profesor adjunto en la University of Texas School of Public Health.

J.Vera

20 ene 2022 - 04:56

Fernando García (UPF): “la pandemia es un buen momento para reordenar el sector”

 

El frente de las bajas laborales vive su momento álgido. Durante las primeras semanas de 2022, la pandemia ha impactado con fuerza, otra vez, al sector de la salud y el negocio vuelve a encontrarse ante una situación compleja. Fernando García, licenciado en Medicina por la Universidad de Sevilla y doctor por la Universidad de Alicante, es catedrático de Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) desde 2007. El investigador cree que esta nueva fase de la pandemia se presenta como una oportunidad para “redefinir todos los procedimientos automatizados” del sector.

 

Pregunta: Actualmente hay un problema derivado de las bajas a causa del Covid-19, ¿hasta qué punto el sector hospitalario puede verse más afectado?

 

Respuesta: Las bajas por Covid-19 en sanitarios tienen una variable excepcional, ya que se consideran bajas por enfermedad profesional. Esto tiene efectos a largo plazo, ya que una enfermedad no prescribe. Además, se tiene que considerar la variable del long covid, ya que se calcula que el 10% de las infecciones pueden acabar siendo “persistentes”. Aunque esta sospecha todavía esté por evaluar, la situación del sector es grave.

 

P.: ¿La situación es más grave para a los profesionales de la sanidad?

 

R.: Se trata de uno de los sectores más expuestos debido a su propia lógica laboral. Es lo que pasa con todos los que son esenciales, que terminan estando más expuestos. Por ejemplo, la semana pasada se publicó un informe sobre las infecciones en Reino Unido y los más damnificados eran los conductores, por delante de los sanitarios.

 

P.: Dentro de un negocio tan específico como el de la salud, ¿cómo se puede adaptar la prevención a esta nueva casuística?

 

R.: En el sector hay buenos servicios de prevención, pero forman parte del área de recursos humanos. Se está haciendo un buen trabajo, pero se podría hacer más faena si se mejora la comunicación directa con los aparatos de dirección. Otro frente donde el sector de la salud puede adaptarse gracias al Covid-19 es la digitalización del empleo. En este sentido, el margen de maniobra está en profundizar en el modelo de visitas rutinarias a distancia, una vez el paciente esté bien diagnosticado y protocolizado.

 

 

 

 

P.: ¿El volumen de negocio en el sector de la salud puede verse muy afectado?

 

R.: La situación supone un incremento de costes para cualquier empresa, ya que acaba afectando a su productividad. En el caso de la sanidad, por sus características intrínsecas, el impacto de ómicron está siendo más fuerte y, por lo tanto, terminará afectando más. Esto es un problema tanto en el sector público como en los centros privados.

 

P.: Y a escala general, ¿cómo se verá afectada la economía española por el número de bajas actual?


R.: La baja por Covid-19, tal y como se legisló en el primer decreto ley del estado alarma, se estableció como accidente de trabajo a efectos económicos. Esto complica mucho la gestión de las bajas a corto plazo, aunque tiene resultados positivos para las empresas, ya que estas no se hacen cargo de los costes. Además, el trabajador cobra desde el día siguiente a enfermar.

 

P.: ¿Qué solución puede haber a corto plazo?


R.: La solución es endiablada, pero la pandemia es un buen momento para reordenar el sector y, sobre todo, la gestión por incapacidad temporal. Una crisis como esta nos abre esta ventana de oportunidad y debemos ser capaces de redefinir todos estos procedimientos automatizados. Un ejemplo de ello es Reino Unido, donde existe una autodeclaración responsable para los 28 primeros días de baja y la economía de ese país no se ha hundido. De hecho, hace poco, el Gobierno de Cataluña hizo una petición para que se pudiera cursar la baja laboral por Covid-19 con una declaración de autorresponsabilidad.

 

 

 

 

P.: ¿El absentismo es mayor en salud que en el conjunto de la economía?

 

R.: No lo creo, aunque los datos que tenemos no son muy claros al respecto. Nos gustaría tener una fotografía más clara de lo que pasa, pero en España no es fácil acceder a las cifras. Aun así, cuando de forma puntual hemos podido acceder a estas, la respuesta siempre ha sido que el absentismo no es mayor en la sanidad, en comparación con el resto de los sectores. A escala general, España no tiene más absentismo respecto la media europea. Esto está demostrado por la encuesta europea de condiciones de trabajo, lo demás es una leyenda urbana interesada y los datos no lo confirman.

 

P.: ¿Cómo se gestionan las nocturnidades en un contexto como el actual?

 

R.: Para empezar, la situación ya está siendo muy complicada a escala organizativa. El número de bajas tensiona todo el tejido social, pero en el caso de la sanidad son muchas más. Sobre todo, preocupan las áreas más sensibles en los hospitales, como los quirófanos. Otro aspecto que se ha hecho evidente con el coronavirus es el problema crónico con la falta de profesionales de enfermería. Para intentar paliarlo se están contratando estudiantes de medicina, enfermería e incluso vuelven profesionales jubilados a las plantillas, pero la situación es caótica y los departamentos de recursos humanos hacen malabares para poder cubrir estas ausencias.