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Jordi Naval (Biocat): “El sector ‘biotech’ ha superado la pantalla de las ‘start ups’”

El director general de Biocat opina que las bases del sector biotech en Cataluña ya están asentadas. A partir de ahora, la industria “debe aprender a lanzar scale ups”, según el ejecutivo.  

Albert Cadanet

23 may 2019 - 04:58

Jordi Naval (Biocat): “El sector ‘biotech’ ha superado la pantalla de las ‘start ups’”

 

Jordi Naval fue nombrado director general de Biocat en julio de 2018, una organización público-privada que impulsa el ecosistema de la salud y las ciencias de la vida en Cataluña. El ejecutivo, licenciado en Farmacia por la Universitat de Barcelona, también ha sido el fundador de cinco empresas en el ámbito de la biociencia. Naval considera que la comunidad tiene “unos fundamentos muy sólidos” y señala que el sector biotech de territorio “tiene un gran recorrido”.

 

Pregunta: Hace diez meses que se encuentra al frente de Biocat. ¿Cuáles han sido sus principales líneas de actuación?

Respuesta: Orientamos Biocat de forma más activa hacia la innovación y la transferencia, favoreciendo que los proyectos surgidos de universidades, centros de investigación y hospitales tengan salida hacia inversores u otros socios industriales y farmacéuticos.

 

P.: Hace veinte años, el sector biotech en Cataluña era muy embrionario. ¿En qué punto se encuentra ahora?

R.: Ahora ya hemos superado la pantalla del ecosistema start up, debemos aprender a lanzar scale ups, compañías que tienen un papel cada vez más relevante y un recorrido cada vez más global. En Cataluña ya tenemos casos como Minoryx o Stat-Dx.

 

P.: ¿En qué posición se encuentra el ecosistema biotecnológico catalán en comparación con otros territorios?

R.: Cataluña tiene unos fundamentos muy sólidos basados en ciencia y talento. Por otra parte, tiene un conjunto de inversores locales que, además de apostar por compañías de la región, atraen inversores del extranjero. En 2013, sólo teníamos cinco inversores internacionales en el territorio, mientras que actualmente contamos con más de 50. Elaborar un ránquing es complicado, ya que hay una larga serie de factores a tener en cuenta. Aun así, nosotros decimos que nos encontramos en el top cinco y que podemos avanzar hasta el top tres en 2025. Si las acciones de Cataluña fueran un activo en el Nasdaq, estarían infravaloradas: todavía tiene un gran recorrido.

 

 

P.: ¿Qué mercados debe tomar Cataluña como ejemplo?

R.: Por encima se encuentran París, Berlín o Reino Unido, pero nosotros debemos fijarnos en Bélgica y Escandinavia, dos zonas que comparten muchos elementos con nosotros. Más allá del volumen total de inversión, debemos poner en valor la capacidad de innovación o las nuevas formas de trabajo, unos intangibles que para los inversores son de vital importancia.

 

P.: ¿Todavía es difícil tirar adelante una start up de salud en España?

R.: Cada vez menos. Además de Biocat, los emprendedores cuentan con una constelación de apoyo que va desde los programas de aceleración hasta los inversores. Aquellos que ahora empiezan un proyecto ya no están solos y disponen de una serie de estructuras que antes no existían. Además, compañías más consolidadas como Minoryx o Stat-Dx se han erigido como modelos a seguir y han atraído talento del extranjero.

 

P.: ¿Qué problemas presenta el sector a día de hoy?

R.: Uno de los principales problemas es la transferencia. Los incentivos de los investigadores todavía no están alineados con los incentivos de los centros y las universidades. Creemos que estas instituciones podrían ayudar en mayor medida a los investigadores en la creación de compañías o en el registro de patentes. No es tanto un problema económico.

 

 

P.: ¿Es un tema cultural entonces?

R.: Ahora estamos en la fase en la que todo el mundo comparte este discurso. A partir de este momento, debemos empezar a implementar las medidas adecuadas.

 

P.: La semana pasada dijo que la región aspira a vender medicamentos con el sello made in Catalonia en distintos países. ¿Cuándo llegará este momento?

R.: Prácticamente es una cuestión estadística. Ahora mismo hay veinte nuevas terapias en fase clínica, y los números dicen que la mitad de ellas funcionarán. Durante la década de 2020, cerca de diez terapias ya habrán superado la fase clínica.

 

P.: También predijo que, en cinco años, Cataluña llegará a captar 500 millones de euros en inversión, cinco veces más que las cifras actuales. ¿Cómo se llegará a ello?

R.: Habrá dos curvas de crecimiento. Por una parte, el número de rondas de seed funding valoradas en un millón de euros y las rondas de serie A valoradas en unos diez millones aumentaran de forma sostenida. Por otra parte, la base de compañías que pondrá en marcha rondas de serie B seguirá aumentando. Estas últimas levantaran entre 40 y 50 millones de euros por ronda.

 

 

P.: ¿Qué papel puede tener el sector biotech en la economía española a largo plazo?

R.: Cuando hablamos del sector, no sólo debemos pensar en el número de compañías que conforman el sector de forma directa. Habrá una corona de servicios añadidos relacionados con aspectos como la regulación o los ensayos clínicos. Según distintos expertos con los que nos hemos reunido, el valor de todos estos activos podría llegar a los 1.000 millones de dólares (896 millones de euros).

 

P.: ¿Cuáles son los grandes retos de la industria para los próximos años?

R.: Debemos mantener la buena ciencia y disponer de los recursos para seguir generándola. Otro de los retos que nos planteamos es la consolidación de lo que nombramos C-level people, gente con experiencia en el sector que haya creado varias compañías con éxito en el pasado. Importar este talento desde Barcelona no es difícil, pero en Cataluña todavía tenemos pocos.

 

P.: ¿Qué papel puede jugar la Administración en el crecimiento de las empresas?

R.: La Administración debería actuar incentivando a los investigadores y debería invertir cantidades más bien modestas en pruebas de concepto, unos experimentos a nivel científico que distinguen aquellos proyectos que son prometedores y aquellos que todavía no.

 

P.: Aprovechando que esta semana se ha celebrado el congreso BioEquity en Barcelona, ¿echa en falta algunas de las grandes farmacéuticas?

R.: En el congreso hay los fondos de capital riesgo asociados a grandes compañías como por ejemplo Johnson&Johnson, Lundbeck o Sanofi. Con todo, nos gustaría que hubiera una mayor presencia de las compañías farmacéuticas catalanas. Algunas empresas se encuentran actualmente en un proceso de redefinición interna, pero creemos que siguen siendo un modelo a seguir, porque en su momento también fueron start ups.