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María Errea: “La principal causa del descenso en las donaciones de órganos fue el miedo a contagiarse”

La doctora en Economía por la Universidad Pública de Navarra considera que el frenazo en las donaciones de órganos durante la pandemia fue un hecho “meramente coyuntural”.  Además, Errea prevé que las enfermedades mentales cada vez tengan un mayor peso dentro del gasto sanitario.

J.Vera

3 feb 2022 - 04:56

María Errea (UPN): “La principal causa del descenso en las donaciones de órganos fue el miedo a contagiarse”

 

María Errea prevé que España consolidará su posición como referente internacional en la donación de órganos. La doctora en Economía por la Universidad Pública de Navarra, donde su tesis doctoral trató sobre el comportamiento de los individuos a la hora de decidir ser donantes de sangre y órganos en vida, considera que el frenazo en las donaciones de órganos durante la pandemia fue un hecho “meramente coyuntural”.

 

Pregunta: ¿Hasta qué punto la pandemia ha afectado negativamente a la donación de órganos en España?


Respuesta: Los efectos sobre la donación no son muy diferentes a la afectación estadística en otras áreas. Es cierto que a principios de 2020 hubo un gran descenso en las donaciones como consecuencia de la pandemia, pero esta bajada sucedió en sintonía a lo que sucedía en muchas otras áreas de la sociedad.

 

P.: ¿La recuperación fue tan rápida como la caída?

 

R.:  Enseguida se recuperó, un hecho que se debe fundamentalmente a dos motivos. El principal motivo del hundimiento en las donaciones fue el miedo al Covid-19. Este temor, tanto por parte de los donantes, como por parte de los pacientes, ya se ha demostrado que tenía fundamentos. El otro motivo es la concentración de recursos sanitarios para aplacar los efectos del coronavirus.

 

P.: ¿España sigue encabezando las cifras de donación de órganos tras la pandemia?

 

R.: España sigue siendo un país líder a escala mundial. El shock en las donaciones de órganos en la primavera de 2020 fue un episodio meramente coyuntural y prueba de ello es la rapidez con que las cifras han vuelto a sus niveles anteriores.

 


 

 

P.: ¿Existe un potencial mercado en los xenotrasplantes?


R.: El cerdo es el que mayor similitud a los humanos y es un campo que se está explorando y ya hay algunos casos de éxito. La incógnita es si los xenotrasplantes tendrán suficiente recorrido para mantenerse. Aun así, es un área de negocio que puede tener problemas, ya que, si entre humanos es difícil encontrar compatibilidades, con animales todavía más.

 

P.: ¿Investigar las enfermedades raras es o puede llegar a ser rentable?


R.: Es muy importante investigar e invertir en este campo ya que siempre son las condiciones más castigadas. Una enfermedad rara afecta a una población muy pequeña, si se tiene la mala suerte de sufrir una, la investigación es más costosa para el sistema y se disponen de menos opciones de tratarla.

 

P.: ¿El proceso de aprobación es más costoso?


R.: Para que una empresa apruebe un fármaco para una enfermedad rara, el proceso debe justificarse mucho más que en un medicamento clásico, donde se analizan los costes directos, indirectos y la efectividad. En el caso de las enfermedades raras la ponderación se realiza con umbrales diferentes, basados en la seguridad del producto o la calidad de vida del paciente. Si no se realizase esta medición diferencial, su salida al mercado sería muy complicada.

 

 

 

 

P.: Se habla mucho del impacto del Covid-19 en el sistema de salud, ¿hasta qué punto este impacto afecta a las enfermedades crónicas?


R.: Todavía es pronto para valorar por completo el impacto del Covid-19 en según qué áreas de la sanidad. El problema, en este caso, es que el coronavirus también deja secuelas crónicas como arritmias o Covid-19 persistente. De todos modos, a largo plazo, no creo que la pandemia pueda afectar de forma significativa a las enfermedades crónicas.

 

P.: ¿Qué enfermedad supone un mayor gasto a la administración?


R.: Las principales condiciones que afectan al sistema de salud son las enfermedades cardíacas, aunque cada vez tienen mayor peso los problemas de salud mental. Aun así, la mayor parte de las consecuencias económicas derivadas de la pandemia serán a corto y medio plazo. La población se adapta y, con ella, los sistemas de salud.