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P. Alonso (Fedop): “El gasto público en la prestación ortoprotésica en España es escaso”

Pedro Alonso es el secretario técnico de la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (Fedop) desde principios de 2016. Alonso, abogado de formación, cree que debería implantarse en España una titulación universitaria para los técnicos superiores en ortoprotésica. Asimismo, defiende que, con un mayor gasto público en prótesis, muchas personas con alguna discapacidad podrían incorporarse al mercado laboral.

A. Escobar

14 dic 2017 - 05:00

P. Alonso (Fedop): “El gasto público en la prestación ortoprotésica en España es escaso”

 

Pregunta.: ¿España puede considerarse una potencia en la industria ortoprotésica?

Respuesta.: Es un país importante en cuanto a la fabricación de productos ortoprotésicos, pero las dos grandes potencias mundiales son Alemania y Estados Unidos. Lo que nos hace estar por detrás de estos países es el escaso gasto sanitario que dedica el Sistema Nacional de Salud (SNS) a la prestación ortoprotésica, que en España apenas supera los tres euros y medio por persona y año. Al margen de que el dinero es justo, los productos más avanzados quedan fuera del listado o de lo que cubre el SNS en prestación ortoprotésica.

 

P.: ¿Las prótesis son caras en España?

R.: La protésica no puede ser barata por varios motivos. El producto es de corta tirada y, tecnológicamente, es moderno, avanzado y puede estar compuesto por materiales muy complejos. Asimismo, detrás del producto se encuentra el trabajo profesional de un técnico cualificado, que trabaja en un establecimiento regulado, que tiene la obligación de mantener unas condiciones específicas, y ello acaba encareciendo el producto final.

 

P.: ¿Se trata de un mercado en el que existe la concentración empresarial o no hay grandes operadores que dominen en el sector en España?

R.: Hay una competencia enorme en el sector en España y en todo el mundo. Hay que diferenciar entre las empresas fabricantes y distribuidoras de productos en serie y componentes y la ortopedia que se dedica a hacer los ajustes de estos productos o la fabricación a medida de prótesis.

 

P.: ¿Qué prestaciones cubre la sanidad pública en materia de ortopedia y prótesis? ¿Cómo está la legislación en España?

R.: El catálogo de prestaciones que se aplica en España es de 1995. Desde entonces y hasta la fecha prácticamente no se han incorporado nuevos productos, y la financiación también es la de hace más de veinte años. Algunas comunidades autónomas, al estar transferidas las competencias en materia de sanidad, sí han podido introducir algunas modificaciones, que en todo caso han sido muy ligeras.

 

 

 

 

 

 

P.: ¿El Gobierno debería conceder más ayudas o ampliar el catálogo de productos?

R.: Sin duda. La cantidad que se dedica en toda España a la industria ortoprotésica no llega a 123 millones de euros, cuando el 8,5% de la población española presenta algún tipo de discapacidad. Si la prestación ortoprotésica fuera acorde a las necesidades que tiene el paciente para poder llevar una vida normal, muchos usuarios podrían reincorporarse al mundo laboral. El coste, por tanto, se vería disminuido.

 

P.: A nivel de prestación de servicios, ¿existen grandes diferencias entre las comunidades autónomas?

R.: Hay algunas diferencias sanitarias que van in crescendo, pero no solamente en el ámbito ortoprotésico. Por poner un ejemplo, en Andalucía el pago es directo, del Servicio Andaluz de Salud (SAS), a la ortopedia que ha dispensado el producto. En la inmensa mayoría de comunidades eso no ocurre y son los usuarios los que corren con el gasto del producto y que meses más tarde ven reembolsado el precio que invirtieron.

 

P.: ¿Cómo ha afectado la crisis económica a la industria en los últimos años?

R.: El recorte de la prestación pública en el sector hizo que muchos pacientes recibieran con mucho retraso el producto que necesitaban o que el servicio diseñado fuera el más básico. En estos últimos años ha habido establecimientos de ortopedia y de distribución de estos productos que han tenido que cerrar porque sus costes no eran cubiertos por los ingresos percibidos.

 

P.: En materia de innovación tecnológica y desarrollo, ¿es España un país bien posicionado en ortopedia y prótesis? ¿Contamos con buenos profesionales?

R.: El nivel técnico de nuestros profesionales es bueno. La federación, no obstante, lleva años propugnando una titulación universitaria para los técnicos superiores en ortoprotésica, que hasta la fecha lo que tienen es un certificado de grado superior de Formación Profesional (FP). Queremos que se equipare este título al que existe en otros países europeos, como por ejemplo en Portugal, para que podamos competir en igualdad de condiciones.

 

P.: ¿Desde la federación notan que existe el intrusismo en este mercado? ¿Hay gente que comercializa de manera ilegal productos ortoprotésicos?

R.: Los establecimientos de ortopedia están regulados y cuentan con licencias y autorizaciones sanitarias. Hay tiendas de otro tipo de bienes que introducen productos médicos que no están autorizados a vender. También está creciendo la venta de productos sanitarios vía Internet que están prohibidos por ley. Se pierde de vista al técnico que conoce qué producto es el adecuado para el paciente y qué ajustes requiere el mismo.

 

P.: ¿Qué futuro desea para el campo de la ortoprótesis?

R.: Ahora mismo el sector está en una situación complicada. Los costes son elevados, pero los precios son bajos. Hay una importante introducción de nuevos productos y de nueva tecnología y ello lleva a pensar que el sector crecerá y mejorará.