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Jose Monjas (Ises): “El futuro pasa por el copago o por hacer planes de pensiones”

El delegado y consultor en el Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios (Ises) e Índice Formación y Consultoría opina que el actual modelo no es capaz de asimilar el número de personas con dependencia.

J. Vera

2 jun 2022 - 04:56

Jose Monjas (Ises): “El futuro pasa por el copago o por hacer planes de pensiones”

 

El sector sociosanitario privado español está ante una oportunidad que no debe desaprovechar. El delegado y consultor en el Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios (Ises) e Índice Formación y Consultoría cree que, con el actual modelo, no se tiene capacidad para asimilar el número de personas que tienen algún grado de dependencia en el país. Por ello, Monjas sostiene que “vamos a vivir una transformación en la que acabarán conviviendo varios modelos dependiendo del grado de dependencia y la edad”, y que el futuro pasa por el copago o los planes de pensiones.

 

 

Pregunta: ¿España puede sostener su sistema sociosanitario público de cara a los próximos años?


Respuesta: Existe un gran problema derivado principalmente del incremento de la esperanza de vida en España. Entre 1957 y 1977 nacieron catorce millones de personas en el país, una generación que, hoy en día, está llegando a edades de jubilación. En los próximos años, el país deberá gestionar una caja de pensiones más pequeña, a la vez que la población demandará unos servicios asistenciales más dignos, lo que dirige irreversiblemente hacia un cambio de paradigma. Como consecuencia de esto, el futuro pasa por el copago o por hacer planes de pensiones.

 

 

P.: ¿La demografía es tan determinante?


R.: Sí, porque el envejecimiento de la población se combina con el hecho que los nacimientos son menores. España no llega a los dos hijos por matrimonio, lo que hace pensar que la situación no vaya a cambiar a corto o medio plazo. Además, la pandemia ha abocado al país a una época de inestabilidad, un hecho que hace bajar la natalidad todavía más.

 

 

P.: ¿Es una oportunidad dorada para el sector sociosanitario residencial privado?


R.: Es un gran momento para ello, ya que, con el modelo actual, no hay capacidad para asimilar el número de personas que tienen algún grado de dependencia en España. El propio proceso conducirá hacia un sistema dividido en etapas. En la primera fase, los jubilados no necesitan tanta ayuda, aunque requieren de algunos servicios que se pueden prestar de forma concreta, pero, para afrontar los siguientes años, ya se está implantando un modelo en el que el usuario vive en un apartamento privado en un entorno adaptado. Por último, en la última etapa de la vida, los usuarios pueden acudir a una residencia como las tradicionales.

 

 

 

 

 

P.: ¿El interés de los inversores se ha incrementado tras el Covid-19?


R.: Estamos viviendo un momento de concentración, con unos diez grupos que lo abarcan todo. Esto significa que los inversores se mueven y las empresas se ven obligadas a crecer para poder atender las necesidades económicas. Aun así, el fondo de la cuestión es que hay demanda.

 

 

P.: El mercado se está llenando de empresas de cuidados a domicilio que apuestan por plataformas digitales. ¿Hay espacio para todos?


R.: Vamos a vivir una transformación en la que acabarán conviviendo varios modelos dependiendo del grado de dependencia y la edad. En función de estos, el usuario exigirá unos servicios u otros. La personalización es sólo factible gracias a la digitalización y tecnología, a partir de los modelos predictivos de comportamiento, los wereables, entre otros.

 

 

P.: El Gobierno ha aprobado esta semana el Perte de Economía Social y de los Cuidados, ¿qué se debe hacer para aprovechar todo el potencial de esta inversión de 808 millones de euros?


R.: El Perte no debe quedar sólo en una propuesta de inversiones y cambios a futuro. Hay que profundizar en el contenido del proyecto, definir acciones concretas y agilizar la burocracia para llegar a los fondos de manera fácil y ágil. La mayoría de las empresas que trabajan en el sector, dejando a un lado los grandes grupos, son pymes, asociaciones, fundaciones u ONG con una estructura organizativa en la gran mayoría de las veces escasa y con pocos recursos para contratar los servicios de grandes consultoras que le aseguren el éxito a la hora de solicitar estos fondos.

 

 

 

 

P.: ¿La administración pública actúa más como un freno o acaba siendo una ayuda?


R.: El sector público y el privado están obligados a entenderse y no sólo en el aspecto sociosanitario. La legislación y las ayudas a futuro deben amoldarse a la realidad y la política no debe quedarse atrás. Aunque la administración, ahora, parezca un freno por su torpeza y la lentitud con la que trabaja, en un futuro esto debe cambiar y de momento ya se ven algunos brotes verdes.

 

 

P.: ¿Cómo cuáles?


R.: Ya se ha digitalizado gran parte de la administración pública. Aunque se deben agilizaría los procesos que van desde la concesión del permiso de obra, al de apertura o la concertación de plazas.

 

 

P.: ¿Cuáles son los principales retos del sector para los próximos años?


R.: La transformación del sector debe apuntalarse en un cambio formativo. Los profesionales tienen que estar mejor preparados formados y de forma más especializada. No puede ser que un directivo del retail pase a gestionar como si nada algún activo sociosanitario.