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Juan Carlos Santamaría (Health 2.0 Basque): “Hay que dar gracias al Covid-19 porque nos ha acercado al futuro de la salud digital”

El cofundador de Health 2.0 Basque considera que se debe definir adecuadamente el objetivo de implantar los servicios tecnológicos y contar con la participación de usuarios y trabajadores.

D. Punzano

6 may 2021 - 04:56

Juan Carlos Santamaría (Health 2.0 Basque): “Hay que dar gracias al Covid-19 porque nos ha acercado al futuro de la salud digital”

 

Juan Carlos Santamaría pone en valor los beneficios de la pandemia. El cofundador de Health 2.0 Basque asegura que “hay que dar gracias al Covid-19 porque nos ha acercado al futuro de la salud digital”. El experto en salud digital considera que se debe definir correctamente el objetivo de implantar los servicios tecnológicos y el proceso tiene que contar con la participación de usuarios y empleados. Santamaría es también director de comunicación de Inithealth, la plataforma para la gestión remota de la salud y el bienestar, desarrollada por Grupo Init.

 

Pregunta: ¿Qué carencias tecnológicas hay en el sector sociosanitario y ha puesto aún más en evidencia la pandemia?

Respuesta: En los últimos años se ha desarrollado tecnología para mejorar la gestión de las empresas y servicios socio asistenciales, pero hay que dar gracias al Covid-19 porque nos ha acercado al futuro de la salud digital. La pandemia ha permitido que se abran más conversaciones en este sentido y surjan oportunidades en la atención sociosanitaria para desarrollar tecnología, implantar soluciones y dar mejor servicios a usuarios y personas. El año pasado se registró un incremento notable de las visitas médicas telemáticas, lo que evidencia un cambio de paradigma de los usuarios y el paciente final del servicio que hasta ahora estábamos realizando siempre de forma presencial.

 

P.: ¿La pandemia ha impulsado el auge y el interés por la atención domiciliaria?

R.: En el ámbito sociosanitario y cuidado de personas dependientes ha habido un deseo de tener mayor implantada la atención en el domicilio. Cada vez se van a usar los servicios presenciales en residencias con mayor edad, se retrasa la fase de entrada. Además, la tecnología ha introducido el poder mantener cierto contacto durante este tiempo entre usuarios y familiares. Se ha constatado en los operadores de residencias de personas mayores y empresas que prestan servicios a domicilio un mayor interés en implantar soluciones para aumentar la propuesta de valor a través de tecnología. Hay que agradecer el cambio que nos ha venido de golpe al Covid-19. Esperemos que los pasos que se han dado en modernizar y digitalizar el sector nos lleve a una transformación digital real con el objetivo de tener personas que viven más años y con una mayor calidad de vida.

 

P.: ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta el sector sociosanitario?

R.: El principal reto es poner la persona en el centro, así como el personal sanitario o cuidadores y los familiares de los usuarios. Debemos diseñar soluciones que mejoren las propuestas de valor de esas personas. Tenemos que hacer ver a los trabajadores que la tecnología les es útil y a los usuarios que mejoran su bienestar. Otro reto es el de la brecha digital, como los problemas de usabilidad que tienen las personas mayores con la tecnología en el ámbito de salud digital. Cuando una persona tiene ciertos problemas para usar algunos servicios tecnológicos, deberíamos hacer autocrítica los que diseñamos estos servicios. La culpa es nuestra. Cada vez la brecha digital se va cerrando y cuando los que tenemos en torno a 50 años, estemos en momento de usar esos servicios, seremos más adaptables a los nuevos servicios.

 

 

 

 

 

P.: ¿De qué forma se puede impulsar la implantación de la tecnología en el sector sanitario?

R.: La fase de conceptualización de la implantación de la tecnología es en la que deben participar. Igual que participan en otros pilotos y soluciones, siempre que den respuesta a las necesidades de los usuarios. Muchas veces no se está pensando en el beneficio de la persona mayor que lo va a usar y el empleado del centro asistencial. Es importante que participen en la parte de diseño para que realmente vean su implantación como algo bueno. De otra forma estaríamos intentando ‘colocar’ desarrollos de nuestra sabiduría, algo que sería muy pretencioso por nuestra parte.

 

P.: ¿Cómo repercute en la calidad de vida y el bienestar de las personas la implantación de inteligencia artificial y el big data?

R.: La inteligencia artificial permite implantar soluciones con menos recursos humanos. La inteligencia artificial está en nuestro día a día y es importante que contemos con ella en el diseño de cualquier solución teniendo en cuenta la ética para que no surjan problemas de de sesgo o rasgos concretos. Esto será algo en lo que se va a avanzar, igual que las soluciones de realidad virtual. La realidad virtual posibilita hacer a los usuarios ciertas terapias en temas de rehabilitación física o psicológica, ámbitos que van a crecer mucho. Debemos buscar alianzas con las empresas que desarrollen tecnologías emergentes para implantar soluciones en residencias o compañías de prestación de servicios a domicilio que mejoren la vida del usuario final.

 

P.: ¿Cómo se puede convencer a los profesionales sanitarios resistentes al cambio?

R.: La barrera de entrada es la resistencia al cambio y mantener que las cosas que funcionan se sigan haciendo, aunque es algo que siempre va a existir. Ayudará que les hagamos partícipes del diseño y, dando por hecho que quieren prestar un mejor servicio a sus pacientes, si se sienten como parte de la solución será más fácil que lo quieran integrar. Las herramientas como sistemas de videoconsulta, seguimiento de atención remota de pacientes o monitorización de parámetros médicos permitirá que el profesional tome mejores decisiones, cuente con un mayor número y mejores datos, estará asistido por la inteligencia artificial y, si percibe que su trabajo se hace mejor y el usuario está más contento, habremos cerrado la brecha a la resistencia al cambio.

 

P.: ¿Los usuarios del sector sociosanitario están a favor de estos avances tecnológicos?

R.: Si no se les explica en detalle dirán de seguir como están. Si se les propone participar en un programa piloto, como por ejemplo casos de atención domiciliaria en los que han participado, la experiencia muestra que se apuntan voluntariamente y tienen interés. En uno en el que se probó la atención sociosanitaria del usuario entre estar en el hospital a estar en casa y tener un seguimiento domiciliario con las bases de la tecnología, la conclusión, en base a las respuestas de los usuarios y familiares, es que la experiencia ha sido mejor que en el tiempo pasado. Esto nos da fuerza para implantar soluciones. Además, los profesionales sanitarios del hospital perciben que la experiencia del usuario es mejor.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué inversiones deberían realizarse en las residencias a corto plazo?

R.: No sabría concretar importe económico. Por el sesgo de actividad, nos lleva a proponer soluciones tecnológicas. Puede haber innovación en procesos de gestión que no impliquen cambios en tecnología. Más que el cuánto, es por qué y para qué queremos implantar la innovación y la respuesta es para conseguir mejoras en los usuarios. Se debe empezar por ir validando con el producto mínimo viable, que suponga poca inversión y permita realizar proyectos pilotos.

 

P.: ¿Cómo se puede mejorar la colaboración del sector entre las empresas, administración pública y agentes sociales?

R.: Podemos ser muy listos y creer que somos los mejores, pero no lo somos en todo. Si existen soluciones de algo que nosotros no hemos desarrollado, tenemos que buscar acuerdos de colaboración, con independencia de la facturación o ingresos, si queremos prestar un mejor servicio y atender uno de los principales retos de la sociedad, como el envejecimiento de la población, y tenemos que buscarlas con decisión. La colaboración debe ser tanto con empresas privadas, asociaciones o agentes sociales y podemos plantearlas a las administraciones sanitarias.

 

P.: ¿Cuánto ha afectado la pandemia a la reputación de los principales operadores de residencias?

R.: Las principales residencias han demandado un mayor número de servicios tecnológicos con el objetivo de lograr una mayor transparencia en la comunicación hacia los familiares de los usuarios. Durante la pandemia han recibido comunicación negativa por parte de los medios de comunicación y están buscando de qué manera trasladar la información diaria tanto a sus pacientes como a los familiares.