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Manel Peiró (Esade): “Es decimonónico pensar que el Estado puede hacerlo todo en relación al Covid-19”

En opinión del director del Institute for Healthcare Management de Esade y asesor sanitario, en la práctica “se está fracasando en la colaboración público-privada” para hacer frente a la crisis del coronavirus Covid-19.

A. Escobar

16 abr 2020 - 04:57

Manel Peiró (Esade): “Es decimonónico pensar que el Estado puede hacerlo todo en relación al Covid-19”

 

 

El coronavirus ha puesto en jaque al sistema sanitario español, que trabaja a marchas forzadas para aplacar cuanto antes el virus. Para Manel Peiró, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona, esta emergencia sanitaria global ha puesto de manifiesto “el espectro de la digitalización y la telemedicina”.

 

Pregunta: Sanofi y GSK anunciaron el pasado martes una alianza estratégica para desarrollar la vacuna del Covid-19. ¿La única solución para las farmacéuticas en estos momentos pasa por establecer acuerdos?

Respuesta: El gran problema que afrontan las farmacéuticas son los costes de desarrollo de nuevos productos y la limitada protección a la comercialización que tienen después. Tiene sentido unir fuerzas y va acorde con los tiempos que estamos viviendo.

 

P.: Igual que estamos viendo en sectores como el hospitalario, ¿la concentración será una tendencia en el mercado farmacéutico tras la crisis del Covid-19?

R.: Es cierto que cada vez es más complicado mantener un proyecto de investigación y desarrollo de nuevos productos por sí solo por la alta absorción de recursos que implica. Las dos soluciones son la adquisición de start ups que tienen productos que rellenan el pipeline y la fusión entre grandes compañías.

 

P.: ¿Habrá una mayor especialización por parte de las farmacéuticas y grupos científicos e investigadores en enfermedades transmisibles?

R.: Especialización, no. Se va a prestar una mayor atención a las enfermedades crónicas. De algún modo puede producirse un cierto desplazamiento hacia dónde y en qué invertir.

 

 

P.: ¿Se está trabajando correctamente desde el punto de vista de la colaboración público-privada?

R.: Es uno de los grandes fracasos que pone en evidencia la crisis que estamos viviendo. No hay gobiernos, ni central ni autonómico, que estén tomando realmente la iniciativa y se acerquen a las empresas. Las iniciativas que hemos visto han surgido desde el sector privado. Además, es una mentalidad decimonónica pensar que el Estado puede hacerlo todo, más cuando se va a ser más fuerte en compañía de otros. En la práctica se fracasa estrepitosamente en la colaboración público-privada. Ahora se sale con nacionalizar los laboratorios, cuando estos centros se han puesto a lo que se le mandasen desde el primer momento.

 

P.: El coronavirus ha exigido al máximo al sistema nacional de salud. ¿Será una crisis coyuntural o marcará un antes y un después?

R.: Me encantaría que hubiera un antes y un después. El gran temor que tengo es que va a ser coyuntural, como ha pasado en experiencias anteriores.

 

P.: ¿Qué cambios serán los más significativos tanto para pacientes como para los profesionales sanitarios? ¿Y los que deberán producirse?

R.: Se producirán los inevitables. Se ha puesto de manifiesto el espectro de la digitalización y la telemedicina y va a ser imparable. La única limitación es que hay pacientes de cierta edad que no se han digitalizado. Va a salir muy fortalecida la consideración de la sociedad hacia los profesionales sanitarios. De los que debería haber hay una gran lista. Habría que despolitizar el sistema sanitario porque sufre una sobredosis de burocratización, tendríamos que ser capaces de adquirir materiales de forma más flexible –cosa que no ha ocurrido durante estos días-, hay que profesionalizar y dar mayor autonomía a las direcciones de los centros sanitarios y es necesaria más involucración por parte de la sociedad civil en el gobierno de las instituciones sanitarias. No es suficiente salir a aplaudir cada día a las ocho de la tarde, que está muy bien y es magnífico, pero hace falta algo más y eso es una traducción del desarrollo de una conciencia fiscal de la ciudadanía. Hay que considerar y respetar a los profesionales pagándoles mejor porque son los que están peor en toda la Unión Europea.

 

 

P.: ¿Vamos a un escenario donde el consumo de productos de salud puede verse disparado tras la crisis?

R.: Es posible que haya una mayor tendencia hacia un modo de vida más saludable en general. Pero no será sólo en la farmacia, así como a la hora de adquirir productos alimenticios más sanos.

 

P.: Ante esa situación, ¿el ecommerce de productos sanitarios qué papel debe jugar?

R.: Sin duda, el ecommerce en general se está viendo favorecido por el confinamiento. Va a repuntar y es uno de esos hábitos que ha llegado para quedarse. Otra cuestión es en los fármacos por la regulación de aquellos que están sujetos a prescripción.

 

P.: España es uno de los destinos favoritos cuando se habla de turismo sanitario. ¿El país se verá afectado por esta crisis una vez se levante el confinamiento?

R.: La imagen sanitaria de España en el mundo no sale muy fortalecida. Salimos con muchas dudas en la viabilidad del sistema.

 

P.: ¿Será más complicado convencer al turista extranjero que venga a España para realizar un tratamiento?

R.: A corto y medio plazo, quizás sí. A largo plazo, no creo que suceda porque en general somos un país de memoria corta y flaca.