ADN

Rodrigo (Sanitat Sols Una): “Debe cesar el hostigamiento hacia los gestores privados en sanidad”

Carlos Rodrigo, presidente de Sanitat Sols Una, opina que “la Administración y las empresas concesionarias deben de ser socios leales, en pro de la defensa de los pacientes”.

A. Escobar

21 jun 2018 - 05:00

Rodrigo (Sanitat Sols Una): “Debe cesar el hostigamiento hacia los gestores privados en sanidad”

 

Carlos Rodrigo, doctor en Medicina por la Universidad de Valencia y ex director asistencial del departamento de salud de Manises, ejerce la presidencia de Sanitat Sols Una, asociación en defensa del modelo de sanidad Alzira en Valencia. Rodrigo cree que hay servicios, como la sanidad, que tienen que estar financiados por la Administración, pero a su juicio esto “no significa que sea la prestadora”.

 

Pregunta: ¿Por qué nace y cuáles son las reivindicaciones de Sanitat Sols Una?

Respuesta: Es una asociación de profesionales que inicialmente nace como reacción, como rechazo, al anuncio de reversión de la concesión de La Ribera, en la Comunidad Valenciana. Una vez llevada a cabo la reversión, la entidad se plantea su situación, manteniendo la organización y ampliando sus objetivos para poner encima de la mesa herramientas que permitan la mejora de la eficiencia de la gestión sanitaria. Entendemos que el modelo concesional es un sistema de éxito.

 

P.: ¿A qué objetivos se refiere?

R.: La sanidad no es algo local, no debe circunscribirse a un ámbito de actuación reducido. Nuestra organización tiene afán de expansión y queremos tratar de contactar con otras organizaciones.

 

P.: ¿Quién conforma la asociación? ¿Hay algún interés privado detrás de Sanitat Sols Una?

R.: Es una asociación de profesionales sanitarios, donde hay médicos y enfermeros, pero también hay pacientes preocupados por la situación de la reversión del departamento de La Ribera. En total, en Sanitat Sols Una somos alrededor de 200 miembros. Es verdad que cuando nació la entidad, esta contó con el respaldo de Ribera Salud, la empresa concesionaria, pero desde el interés de impulsar la asociación y los valores que defiende.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué efectos ha supuesto la reversión del modelo Alzira en Valencia?

R.: Es prematuro aventurarlo. Advertimos de que ha habido algunos problemas con determinados suministros y probablemente aumenten las listas de espera. Veremos que se producirá un cierto deterioro de los indicadores que ya tenía el propio departamento de salud, pero sucede lo mismo que se observa en otros departamentos de gestión directa, por la rigidez y la complicada dinámica de la gestión pública.

 

P.: La reversión del modelo es…

R.: Es un paso atrás lamentable. Parece que lo único bueno es lo público, y lo que estamos diciendo es que existe un modelo de gestión sanitaria distinto. Hay determinados servicios que tienen que ser financiados por la Administración, como la educación o la sanidad, pero eso no significa que el prestador deba ser la propia Adminsitración. Que un modelo de éxito, que funcionaba correctamente, se frene en seco por posicionamientos ideológicos y sectarios, es un jarro de agua fría.

 

P.: ¿Hay dogmatismo detrás de la decisión de la conselleria valenciana?

R.: Sin duda. Lo hay en el momento en que la conselleria valenciana pide informes a la Sindicatura de Cuentas de la comunidad, esta última dice que el departamento de La Ribera se encuentra entre los mejores en cuanto a indicadores de calidad, pero la Administración lo obvia, lo guarda todo en un cajón, sin ni siquiera establecer un diálogo.

 

 

 

 

 

P.: ¿Con la salida de Carmen Montón y la entrada de Ana Barceló como nueva consejera de Sanidad en Valencia, cree que pueden acercar posiciones con la Administración?

R.: Volver al punto anterior será complicado porque los partidos políticos se presentan con una serie de promesas ante sus electores. La Administración se tiene que dar cuenta de qué no tiene recursos para poder hacer frente a todo. Las concesiones son un gran invento, porque el Gobierno se encuentra después de quince años con unas infraestructuras que no ha construido y que pasa a ser de su propiedad. Debe cesar el hostigamiento hacia los gestores  privados en salud y que la Administración y las empresas concesionarias sean socios leales, en pro de la defensa de los pacientes.

 

P.: ¿Cuál es la clave para que funcione correctamente un sistema de colaboración público-privado en sanidad?

R.: Que el concesionario tenga intención de voluntad de permanencia en el tiempo, para que se ocupe de los profesionales y se vuelque en la mejora de la salud de los ciudadanos, y la solidaridad o lealtad entre la empresa y la Administración.